Todos sentimos y creemos firmemente
que la vida humana tiene un valor supremo. Sin embargo, podemos justificar
intelectualmente este sentimiento y esta creencia no negociable que tenemos? El
tesmo islmico tiene las herramientas intelectuales para justificar la
veracidad de nuestro valor fundamental. A la inversa, el atesmo parece
enfrentar problemas filosficos tremendos. En resumen, bajo el atesmo no
podemos justificar racionalmente qu es lo que define en ltimas nuestra
humanidad.
Lo siguiente es una breve resea
filosfica de por qu nuestro sentido de valor ltimo tiene sentido en un
contexto de creencia en Dios y no en el atesmo. La conclusin es simple: sin
Dios no ya valor, conoce a Dios y conocers el valor.
Al igual que el atesmo, el naturalismo
filosfico niega lo divino y lo sobrenatural. Por lo tanto, no es de sorprender
que la mayora de los ateos adopten el naturalismo filosfico como cosmovisin.
El naturalismo filosfico es la visin de que todos los fenmenos dentro del
universo pueden ser explicados a travs de procesos fsicos. Estos procesos fsicos
son ciegos e irracionales. Los naturalistas filosficos rechazan todas las
afirmaciones sobrenaturales y algunos argumentan que, si existe algo “fuera”
del universo, no interfiere en l. Segn Richard Dawkins, los ateos son
naturalistas filosficos. Para Dawkins un ateo “cree que no hay nada ms all
del mundo fsico natural”[1].
Sin embargo, algunos acadmicos ateos no son naturalistas. Aunque estos ateos
niegan lo divino, afirman la existencia de fenmenos intangibles. Para el
testa, relacionarse intelectualmente con este tipo de atesmo es (en trminos
generales) ms fcil, porque no descarta los fenmenos intangibles. En este
sentido, tiene algunos puntos en comn con el tesmo. Es importante anotar que
la mayora de los ateos que afirman la evidencia contra la existencia de Dios,
o que argumentan que hay ausencia de evidencia slida para lo divino, adoptan
el naturalismo filosfico de manera implcita o explcita.
Cul es la diferencia entre un humano
y un mueco de nieve? Esta es una pregunta seria. Segn muchos ateos que
adoptan una cosmovisin naturalista, todo cuanto existe es esencialmente un
reordenamiento de materia, o al menos se basa en causas y procesos fsicos
ciegos, inconscientes.
Si es eso cierto, entonces realmente
importa?
Si tuviera que levantar un martillo y
aplastar a un mueco de nieve, y luego me hiciera lo mismo, segn el
naturalismo no habra diferencia real. Los bultos de nieve y los pedazos de mi
crneo seran simplemente reordenamientos de lo mismo: materia fra y sin vida.
La respuesta tpica a este argumento
incluye las siguientes afirmaciones: “tenemos sentimientos”, “estamos vivos”,
“sentimos dolor”, “tenemos una identidad”, y “somos humanos!” Segn el
naturalismo, estas respuestas siguen siendo simples reordenamientos de la
materia o, para ser ms precisos, apenas acontecimientos neuroqumicos en
nuestros cerebros. En realidad, todo lo que sentimos, decimos o hacemos puede
ser reducido a los constituyentes bsicos de la materia, o al menos a algn
tipo de proceso fsico. Por lo tanto, este sentimentalismo est injustificado
si uno es ateo, porque todo ―incluyendo los sentimientos, las emociones o
incluso el sentido del valor― se basa nicamente en la materia y en
procesos y causas fsicos.
Volviendo a nuestra pregunta original, cul es la diferencia entre un ser humano y un
mueco de nieve?, la respuesta, segn la perspectiva atea, es
que no hay una diferencia real, cualquier diferencia es una mera ilusin, no
hay un valor fundamental. Si todo se basa en la materia y en procesos y causas
fsicos, entonces nada tiene un valor real a menos, claro, que uno argumente
que la materia tiene valor en s misma. E incluso si eso fuera cierto, cmo
podramos apreciar la diferencia entre un ordenamiento de materia y otro? Uno
podra argumentar que mientras ms complejo sea algo, tiene ms valor? Pero
por qu eso sera de algn valor? Recordemos, nada ha sido diseado ni creado a
propsito, segn el atesmo. Todo se basa en procesos y causas fsicos fros,
aleatorios e inconscientes.
La buena noticia es que los ateos que
adoptan esta perspectiva no siguen las implicaciones racionales de sus
creencias; si lo hicieran, sera deprimente. La razn por la que le atribuyen
el valor ltimo a nuestra existencia es porque sus disposiciones innatas, que
han sido creadas por Dios, tienen la afinidad para reconocer a Dios y la verdad
de nuestra existencia.
Desde un punto de vista islmico, Dios
ha puesto una disposicin innata dentro de nosotros para que reconozcamos
nuestro valor y para reconocer las verdades morales y ticas fundamentales. Esta
disposicin se llama la fitrah en el pensamiento islmico. Otra razn
por la que podemos alegar un valor mximo es porque Dios nos cre con un
propsito elevado, y nos prefiri a la mayora de Su creacin. Tenemos valor
porque Aquel que nos cre nos ha dado valor.
“He honrado a los hijos de Adn y les he
facilitado los medios para viajar por la tierra y por el mar, les he provedo
de todo lo bueno y los he favorecido sobre muchas otras criaturas” (Corn 17:70).
“Seor nuestro! No has creado todo esto sin
un sentido” (Corn 3:191).
El Islam valora todo lo bueno y a
quienes aceptan la verdad. Contrasta a aquellos que obedecen a Dios y, por lo
tanto, hacen el bien, con aquellos que son desafiantemente desobedientes y, por
lo tanto, hacen el mal.
“Acaso el creyente y el pecador son iguales?
No lo son” (Corn 32:18).
Dado que el naturalismo rechaza el Ms
All y toda forma de justicia divina, premia al criminal y al pacificador con
el mismo final: la muerte. Todos hallaremos el mismo destino. Entonces, qu
valor ltimo tienen las vidas de Hitler o de Martin Luther King Jr. en realidad?
Si sus finales son el mismo, entonces qu valor real nos da el atesmo? No
mucho en verdad.
Sin embargo, en el Islam, el final de
aquellos que adoran a Dios y son compasivos, honestos, justos, amables y
perdonadores se contrasta con el fin de aquellos que persisten en su maldad. La
morada del bueno es la felicidad eterna, y la morada del malo es la alienacin
divina. Esta alienacin es la consecuencia de negar conscientemente la
misericordia y la gua de Dios, lo que inevitablemente resulta en angustia y
tormento espiritual. Claramente, el Islam nos da el valor ltimo; sin embargo,
bajo el atesmo, el valor no puede ser justificado racionalmente, excepto como
una ilusin en nuestras cabezas.
A pesar de la fuerza de este argumento,
algunos ateos todava se oponen. Una de sus objeciones se relaciona con la
siguiente pregunta: Por qu Dios nos
da el valor ltimo? La respuesta es simple: Dios cre y
trasciende el universo, y l tiene conocimiento y sabidura ilimitados, Sus
nombres incluyen El Conocedor y El Sabio; por lo tanto, lo que l valora es
universal y objetivo. Otra forma de verlo es entender que Dios es el Ser
absolutamente perfecto, lo que significa que l est libre de toda deficiencia
y defecto; por lo tanto, se deduce que l valora de forma objetiva y
definitiva, porque Su objetividad es una caracterstica de Su perfeccin.
Otra objecin sostiene que, incluso si
aceptramos que Dios nos da el valor ltimo, este an sera subjetivo, ya que
estara sujeto a Su perspectiva. Esta afirmacin se basa en una mala
interpretacin de lo que significa subjetividad. Esta se aplica a los
sentimientos o la mente limitados de un individuo. Sin embargo, la perspectiva
de Dios se basa en un conocimiento y una sabidura ilimitados, l lo sabe todo
y nosotros no. El erudito clsico Ibn Kazir afirm que Dios tiene la totalidad
de la sabidura y del conocimiento, mientras que nosotros tenemos sus particularidades.
En otras palabras, Dios tiene la imagen completa y nosotros solo un pxel.
Seyyed Hossein Nasr, profesor de Estudios
Islmicos en la Universidad George Washington, ofrece un resumen acertado del
concepto de derechos humanos y dignidad (lo que en ltimas se refiere a valor)
en ausencia de Dios:
“Antes de hablar de responsabilidades o
derechos humanos, uno debe responder a la pregunta y filosfica bsica: Qu
significa ser humano? En el mundo actual todo el mundo habla de derechos
humanos y del carcter sagrado de la vida humana, y muchos secularistas incluso
afirman que son verdaderos campeones de los derechos humanos en contra de
quienes aceptan varias cosmovisiones religiosas. Pero, por extrao que parezca,
a menudo esos mismos campeones de la humanidad creen que los seres humanos no
son ms que monos evolucionados, que a su vez evolucionaron de formas de vida inferiores
y, en ltima instancia, de diversos compuestos de molculas. Si los seres
humanos no son ms que el resultado de fuerzas ciegas actuando sobre la sopa
csmica original de molculas, entonces no es la afirmacin misma de la
sacralidad de la vida humana algo intelectualmente sin sentido, y una expresin
sentimental y hueca? No es la dignidad humana nada ms que una nocin
convenientemente ideada sin base alguna en la realidad? Y si no somos ms que
partculas inanimadas organizadas, cul es la base para reclamar unos
“derechos humanos”? Estas cuestiones bsicas no conocen lmites geogrficos, y
las hacen en todas partes las personas que razonan”[2].
Tomado y adaptado del libro La realidad divina: Dios, Islam y el
espejismo del atesmo.
Pie de pgina:
[1] Dawkins, R. (2006) El espejismo de Dios. Londres: Bantam Press, p. 14.
[2] Nasr, S. H. (2004). The Heart of Islam: Enduring Values
for Humanity. Nueva York: HarperSanFrancisco, p. 275.