Imagina
que has regresado de un da ocupado y enciendes el televisor. Pasas de un canal
a otro y, sorprendido por un titular, te detienes en un canal popular de
noticias internacionales. En efecto, el titular es realmente atroz: “Hombre decapita a nio
de cinco aos”.
Ahora, permteme preguntarte: lo que
hizo ese hombre est moralmente mal? T, como a mayora de los seres humanos
decentes, dirs que s. Ahora responde esta pregunta: Objetivamente, es
moralmente incorrecto? Una vez ms, como la mayora, dirs que lo es.
Sin embargo, hay una pregunta final: Por
qu es objetivo?
Aqu es donde el asunto se complica.
Definir “objetivo”
Para responder esta pregunta, el mejor
lugar para comenzar es con la palabra “objetivo”. Una definicin bsica es que
este trmino se refiere a considerar o representar hechos sin estar
influenciado por sentimientos u opiniones personales. En el caso de la moral, “objetivo”
significa que la moral no depende ni est basada en pensamientos ni sentimientos
personales. En este sentido, est fuera de las facultades personales
limitadas. Las verdades matemticas (1+1=2) o las verdades cientficas, como
que la Tierra gira alrededor del Sol, son ciertas independientemente de lo que
sintamos acerca de ellas. Por lo tanto, si esta moral est fuera de
nosotros mismos, tiene que estar asentada. En otras palabras, necesitan un
cimiento. Si la moral objetiva no depende de nuestras facultades limitadas,
entonces es necesario responder las siguientes preguntas: De dnde proviene?
Cul es su naturaleza? Para responderlas se requiere una base racional. Esto
explicar su naturaleza objetiva y proporcionar una justificacin acerca de
dnde vino. Estas preguntas se refieren a un rea de la filosofa conocida como
ontologa moral.
Otra forma de describir la moral
objetiva es que trasciende la subjetividad humana. Por ejemplo, el hecho de que
matar a un nio de cinco aos de edad est moralmente mal siempre ser cierto,
an si el mundo entero se pusiera de acuerdo en que matar a un nio pequeo
est moralmente bien. No solo reconocemos que cierta moral es objetiva, sino
que esta tambin nos proporciona un sentido de obligacin o deber moral. En
otras palabras, hay ciertas cosas que debemos hacer y otras que no debemos
hacer. Tenemos deberes y obligaciones morales, y estas parecen provenir de
fuera del “yo” limitado. El profesor Ian Markham explica que nuestro lenguaje
moral denota algo ms all de nosotros mismos: “Implcito en la palabra deber
est el sentido moral de un hecho que trasciende nuestra vida y nuestro mundo
El carcter subyacente del lenguaje moral implica algo universal y externo”[1].
Volviendo a la pregunta
Volviendo a la difcil pregunta que
formul anteriormente, tratemos de responderla: Por qu es objetivo? La
respuesta es simple. La moral que consideramos objetiva lo es debido a que Dios
existe[2]. Antes
de explicar esto con mayor detalle, quiero asegurarme de que esto no tiene nada
que ver con las creencias que tenga una persona. No estoy diciendo que “no
puedes ser ateo y mostrar moral o buen comportamiento”, ni que “tienes que
creer en Dios para tener rasgos morales, como defender a los inocentes o
alimentar a los pobres”, ni “solo siendo creyente te comportars bien”. Lo que
digo es que si Dios no existiera, entonces no existiran verdades morales
objetivas. Claro, podemos actuar como si las verdades morales fueran objetivas,
y muchos ateos a lo largo de la historia han demostrado una admirable fortaleza
moral sin creer que la moral requiere de una base divina. Sin embargo, lo que
argumento es que, teniendo a Dios fuera de la ecuacin, estos valores morales
no significaran nada ms que convenciones sociales. Por lo tanto, las verdades
morales como “asesinar a gente inocente por mera diversin est mal” y
“defender a los inocentes est bien”, por ejemplo, son meras convenciones
sociales sin Dios, del mismo modo que decir que est mal ventosearse en
pblico. Esta conclusin se basa en el hecho de que Dios es el nico fundamento
racional para la moral objetiva. Ningn otro concepto proporciona adecuadamente
tal fundamento.
Dios proporciona este fundamento debido
a que l es externo al universo y trasciende la subjetividad humana. El
profesor Ian Markham explica de modo similar: “Dios explica el deber misterioso
que presiona nuestras vidas, y explica la naturaleza universal del alegato moral.
Como Dios est fuera del mundo, Dios el Creador puede ser externo y hacer
mandamientos universales”[3].
En el Islam se cree que Dios es un Ser
de mxima perfeccin. l tiene el conocimiento, el poder y la bondad mximos.
La bondad perfecta es la naturaleza esencial de Dios, uno de Sus nombres es Al
Barr, que significa “la fuente de toda bondad”. Cuando Dios dicta un
mandato moral, este se deriva de Su voluntad, y Su voluntad no contradice Su
naturaleza. Por lo tanto, lo que Dios ordena es bueno porque l es bueno, y l
define lo que es bueno:
“Dios no ordena la inmoralidad” (Corn 7:28).
Curiosamente, algunos ateos, creyendo
que Dios no puede existir bajo ninguna circunstancia, han entendido que, en
ausencia de lo Divino, no existe moral objetiva. El influyente filsofo ateo J.
L. Mackie, en tica: Inventar lo correcto y lo incorrecto, refleja
esta posicin: “No existen valores objetivos La afirmacin de que los valores
no son objetivos tiene la intencin de incluir no solo la bondad moral, que
podra equipararse de manera natural con el valor moral, sino tambin otras
cosas que podran llamarse ms o menos valores o antivalores morales: rectitud
e injusticia, deber, obligacin, un acto vil y despreciable, etc.”[4]. Aparte
de ser contraintuitivo y no representar una posicin atea dominante, Mackie parece
haber entendido las implicaciones de adoptar una cosmovisin atea. Si no hay
Dios, no existe el bien objetivo.
Pie de pgina:
[1] Markham, I. S. (2010). Contra el atesmo: Por qu Dawkins,
Hitchens y Harris estn fundamentalmente equivocados? West Sussex:
Wiley-Blackwell, p. 34.
[2] Los argumentos presentados en este artculo, incluyendo algunas
ideas, estn inspirados y adaptados de Craig, W. L., Podemos ser buenos sin
Dios? Disponible en: http://www.reasonablefaith.org/can-we-be-good-without-god [24 de octubre de 2016]; Craig, W. L. (2008). Fe razonable:
Verdad cristiana y apologtica. Wheaton, Illinois: Crossway Books,
pp. 172-183.
[3] Ibid.
[4] Mackie, J. L. (1990) tica: Inventar lo correcto y lo incorrecto.
Londres: Penguin. 1990, p. 15.