Dios envi
miles de profetas a la humanidad. Cada nacin de la Tierra recibi un Profeta.
Todos ellos predicaron el mismo mensaje: adorar solo al nico Dios, sin
asociados, sin hijos ni hijas. Todos los profetas y mensajeros vinieron con el
mismo propsito: acercar a la humanidad a Dios.
“Yo, Dios, juro por M mismo que envi mensajeros
a las naciones que te precedieron [oh, Muhammad!]”. (Corn 16:63)
“Ya haba enviado mensajeros anteriores a ti
a otras comunidades”. (Corn 6:42)
La palabra “Profeta” (Nab en
rabe) se deriva de la palabra naba, que significa noticias. El mensaje
de Dios es revelado y el Profeta divulga estas noticias entre su pueblo. Un Mensajero,
por otro lado, viene con una misin especfica, usualmente transmitir un nuevo
ordenamiento de Dios. Todo Mensajero es un Profeta, pero no todo Profeta es un Mensajero.
El pueblo de la poca de No fue el primero en desviarse de la adoracin
correcta a Dios que le fue enseada al Profeta Adn, por lo que Dios cumpli Su
promesa a Adn de enviar mensajeros como gua para la humanidad. Dios envi a
No, el primero de Sus mensajeros.
“En el Da del Juicio, la gente
ir con No y le dir: Oh, No! T eres el primer Mensajero enviado a la
Tierra, y Dios te llam siervo agradecido”[1].
El Corn menciona los nombres de 25 profetas
y seala que hubo otros. La mayora de los profetas mencionados en el Corn y
en las tradiciones del Profeta Muhammad son reconocidos y considerados como
profetas tanto en el judasmo como en el cristianismo. Por ejemplo: No,
Abraham, Moiss y Jess, entre muchos otros, ocupan un lugar destacado en las
pginas del Corn. Creer en todos los profetas de Dios y en Sus libros
revelados son dos de los pilares de la fe en el Islam. De hecho, de las tres
grandes religiones monotestas (Islam, cristianismo y judasmo), el Islam es la
nica que les da a los profetas y mensajeros un lugar de especial importancia.
No creer en uno de los profetas significa no creer en ninguno de ellos.
Los musulmanes creen que la Tora y el
Evangelio (Inyil) de Jess fueron originalmente la Palabra de Dios, pero
hoy en da ya no se encuentran en su forma pura. Fueron adulterados con el paso
del tiempo. En consecuencia, de los textos de las escrituras anteriores, los
musulmanes solo creen lo que ha sido confirmado por el Corn o por las
tradiciones autnticas del profeta Muhammad.
Los profetas y mensajeros de Dios que
conocemos son todos varones. Ellos son considerados los mejores en sus
respectivas comunidades, tanto moral como intelectualmente. La vida de un Profeta
es un modelo de conducta para sus seguidores y los seguidores potenciales, y su
personalidad atrae a la gente hacia el mensaje. Ellos son infalibles en la
transmisin de los mandamientos y el mensaje de Dios; pero ya que son humanos,
pudieron cometer errores menores u olvidar algunas cosas de sus asuntos
mundanos.
Las historias del Corn ensean
excelentes lecciones y moral, y demuestran el carcter recto y virtuoso de los
profetas. Saber esto es importante para entender que los musulmanes consideran
algunas de las historias contadas en la Biblia como calumniosas y ven en ellas
evidencia de que el mensaje de Dios fue distorsionado en lo que existe hoy da
de la Tora y otros libros revelados. Por ejemplo, en la Biblia dice que el Profeta
Lot cometi fornicacin incestuosa estando borracho. Se dice tambin que el Profeta
y rey David envi a uno de sus generales a una muerte segura para poder tomar a
su esposa y casarse con ella. Desde el punto de vista islmico, estas historias
no solo son falsas, sino que son inconcebibles.
El Islam nos ensea a no divinizar a
los profetas y mensajeros, pues todos ellos fueron humanos. Debemos amarlos y
respetarlos, pero no debe dirigirse hacia ellos ninguna forma de adoracin, ni
deben ser tratados como semidioses ni como intermediarios entre la humanidad y
Dios. Jess, el hijo de Mara, es un ejemplo de cmo la profeca puede ser
llevada a los extremos pues, por un lado, los judos se negaron a aceptarlo
como el Mensajero que haban estado esperando; y por el otro, los cristianos lo
exaltaron al punto de divinizarlo.
“[El Da del Juicio Final] Dios dir: Oh,
Jess hijo de Mara! Acaso t dijiste a la gente: Adrenme a m y a mi madre
como divinidades junto con Dios?. Dir [Jess]: Glorificado seas! No me
corresponde decir algo a lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho, T lo
sabras. T conoces lo que encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que
encierra la Tuya. T eres Quien conoce lo oculto”. (Corn 5:116)
Dios apoya a Sus profetas con milagros
que son observables y que no pueden ser realizados por gente comn. Estos
milagros son otorgados por el poder y el permiso de Dios, y sirven como seal
para que la gente reconozca que estas personas han sido elegidas por Dios. Por
ejemplo, en la poca de Jess, los israelitas tenan buen conocimiento en el
campo de la medicina. En consecuencia, los milagros que realiz Jess fueron de
esta naturaleza, e incluyeron devolverles la vista a los ciegos, curar a los
leprosos y levantar a los muertos.
“Pero [en cambio] los que niegan la
verdad y rechazan Mi palabra sern
los habitantes del fuego del
Infierno”. (Corn 5:10)
Los profetas y mensajeros son, en un
sentido, embajadores de Dios en la Tierra. Su misin es transmitir el mensaje
con claridad. Esto incluye llamar a la gente hacia Dios, explicar el mensaje,
albriciar o advertir, y dirigir los asuntos de la nacin. El Profeta Muhammad
(que la paz y las bendiciones de Dios sean con l) es el ltimo Profeta. No hay
ms profetas despus de l. Su mensaje no fue para un grupo, tribu ni nacin en
particular, es un mensaje para toda la humanidad, para todas las personas en
todas las pocas y en todos los lugares. En consecuencia, es obligatorio creer
en el Profeta Muhammad como el ltimo Profeta de Dios. Esto distingue al Profeta
Muhammad de los dems profetas y mensajeros, y lo ubica en una posicin nica.
Sin embargo, el Profeta Muhammad estaba tan ansioso como todos los dems
profetas por saber si haba entregado el menaje con claridad. Durante su ltimo
sermn, el Profeta Muhammad le pregunt tres veces a la congregacin si l
haba entregado el mensaje, y pidi a Dios que fuera testigo de la respuesta de
la gente, que respondi siempre con un rotundo: “S!”.
Dios envi a los profetas y mensajeros
principalmente para guiar a la humanidad. Ellos eran humanos, de carcter
excepcional, piadosos y confiables, para que la gente pudiera imitarlos y seguir
su ejemplo como gua. Ellos no fueron deidades, semidioses ni santos con
caractersticas divinas, sino que fueron meros mortales cargados con una tarea
muy difcil. Dios los apoy mientras llevaban a cabo su misin, y su misin fue
guiar a la gente hacia la adoracin del nico Dios Verdadero.
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[1]
Sahih Al Bujari.