Esta es la
continuacin de nuestra historia sobre la paciencia del Profeta Muhammad de
cara a la adversidad. La dejamos con el rabino Zaid de pie bajo la mirada
iracunda de mar. El rabino se volvi y el Profeta Muhammad le dijo a mar:
“Debiste darle un consejo sincero, en lugar de actuar como hiciste. Ve y pgale
su prstamo, y dale veinte saa (una medida de peso) extra, porque lo
asustaste”.
El Profeta Muhammad (la paz y las
bendiciones de Dios sean con l) era paciente con todos: sus compaeros
cercanos, sus conocidos, como el rabino, e incluso extraos. l estaba
sugiriendo que habra sido mejor para mar ser paciente y dar un consejo
sincero, como sugerir una solucin que dejara a todos satisfechos, en lugar de
perder los estribos. Cuando reflexionamos sobre esta historia, podemos
preguntarnos por qu el rabino estaba pidiendo que le pagaran das antes de que
se venciera el plazo. Los hombres, de hecho, estaban reunidos despus del
funeral de uno de los residentes de Medina. Quizs el rabino vio la oportunidad
de pedir lo que se le adeudaba, quizs era un hombre impaciente que quera
asegurarse de que su prstamo sera pagado a tiempo, o quizs quera poner a
prueba al Profeta Muhammad para asegurarse de que era un Profeta realmente. Los
seres humanos tienen muchas formas distintas de tratar con los dems, pero
seguir el ejemplo del Profeta Muhammad siempre es la mejor de ellas, lo que
queda claro cuando continuamos con esta historia.
El rabino Zaid dice luego: “mar fue
conmigo, me pag la deuda, y me dio veinte saa extra de dtiles. Le
pregunt el porqu, y me contest: El Mensajero de Dios me orden drtelos
porque te asust”.
Entonces, Zaid se dio cuenta de que
mar no saba quin era l, y le pregunt. mar le dijo que no tena idea. Zaid
mir a mar y le dijo: “Soy Zaid Ibn Sana, el rabino”. mar qued anonadado, y
le pregunt a Zaid por qu se haba comportado de esa manera con el Profeta.
Zaid le explic que haba visto muchas seales de profeca en Muhammad, excepto
dos, y quera probar esas dos ltimas seales. Dichas seales eran: que la
paciencia y la perseverancia tuvieran prioridad sobre la ira, y que el maltrato
fuera devuelto con amabilidad. Eso fue exactamente lo que el rabino Zaid haba
observado.
El Profeta no solo fue paciente al
transmitir su mensaje, fue su paciencia la que convenci a la gente de que su
religin era verdadera. En este caso, el rabino Zaid renunci de inmediato a su
religin y, frente al Profeta Muhammad, atestigu que no existe nadie merecedor
de adoracin sino solo Dios, y que el Profeta Muhammad es Su Mensajero[1].
El Profeta Muhammad no mostr dicha
paciencia al transmitir el mensaje porque pensara que eso poda facilitar su
vida, sino que lo hizo porque as se lo orden Dios mismo. En muchos casos,
esto no facilit su vida. El to del Profeta, el hombre conocido como Abu
Lahab, y su esposa, fueron grandes enemigos del Islam y del Profeta Muhammad.
Todos los das le lanzaban piedras y suciedad a su casa, y animaban a otros a
que hicieran lo mismo. Muchos no solo le tiraron piedras a su casa sino a su
propia humanidad. Varias veces sufri heridas en consecuencia. Tambin
extendan espinas por el camino por donde el Profeta Muhammad deba transitar,
de modo que l no pudiera evitarlas, y muchas veces sus pies sangraban luego de
que las espinas les eran extradas. Cmo reaccion a esto? Con paciencia,
tolerancia y perdn.
Para enfatizar en la importancia de
comportarse de manera calmada y amable, Dios mencion esto por todo el Corn.
Dios dice: soporta con paciencia, perdnalos, tolralos, y reprime tu ira.
“Aquellos que hacen caridad, tanto en
momentos de holgura como de estrechez, controlan su enojo y perdonan a las
personas; Dios ama a los que hacen el bien” (Corn 3:134).
“Tengan paciencia, temor de Dios, y sepan que
esto requiere entereza” (Corn 3:186).
“Muchos de entre la Gente del Libro quisieran
que renegaran de su fe y volvieran a ser incrdulos por la envidia que les
tienen, [incluso] despus de habrseles evidenciado a ellos la verdad. Pero
perdonen y disculpen hasta que Dios decida sobre ellos. Dios tiene poder sobre
todas las cosas” (Corn 2:109).
El Profeta Muhammad soport
pacientemente la persecucin y el abuso que sufri al llamar a la gente a la
verdad del Islam. Los idlatras, los paganos y los hipcritas, se burlaron de
l, lo insultaron, no crean en l, sino que lo maltrataban. Fue llamado
mentiroso y hechicero, lo trataron de adivino y de loco, pero esto no evit que
l transmitiera su mensaje. Dios le haba advertido al Profeta Muhammad que
muchos no le creeran, que lo ignoraran y que abusaran de l.
“Ten paciencia, que lo que Dios promete se
cumple, y no permitas que te hagan flaquear los que no estn convencidos [de la
Resurreccin]” (Corn 30:60).
Al transmitir el mensaje, el Profeta Muhammad
(la paz y las bendiciones de Dios sean con l) jams perdi los estribos ni se
comport de forma violenta. Nunca levant su voz ni mir a los dems con
desdn. Si participaba en una discusin o en un debate, lo haca de manera
tranquila e inteligente.
“Convoca al sendero de tu Seor con sabidura
y bellas palabras. Argumenta de la mejor manera” (Corn 16:125).
“Debatan con la Gente del Libro con buenas
maneras, excepto con aquellos que cometen injusticias. Digan: Creemos en lo
que nos ha sido revelado a nosotros, as como en lo que les fue revelado a
ustedes. El Dios de ustedes y nuestro Dios es uno, y a l entregamos nuestra
voluntad [como musulmanes]” (Corn 29:46).
Cuando el Profeta Muhammad hablaba con
sus compaeros acerca de transmitir el mensaje, siempre se preocupaba por el
comportamiento de ellos. Cuando envi a sus compaeros a los judos y
cristianos del Yemen, les aconsej: “Sean suaves, no sean rudos, albricien a la
gente y no la alejen”[2].
Adems, Dios prohibi que alguien comenzara a insultar, o que respondiera con
insultos a palabras rudas sobre el mensaje.
“Pero no insulten a quienes son invocados en
lugar de Dios, porque insultarn a Dios con hostilidad sin tener real
conocimiento [acerca de lo que dicen]” (Corn 6:108).
El Profeta Muhammad y aquellos que
transmiten el mensaje, han recibido la orden divina de no comportarse mal, sin
importar cul sea la provocacin. Dios dice: no insulten, no respondan a los
insultos, y soporten los ataques con paciencia; perdonen y aljense de los
ignorantes.
“Ante todo, elige perdonar, ordena el bien y
aprtate de quienes se comportan contigo en forma ignorante” (Corn 7:199).
“Ten paciencia ante sus injurias, y glorifica
con alabanzas a tu Seor” (Corn 20:130).
La paciencia del Profeta Muhammad al
transmitir el mensaje no tuvo lmites. l jams se cans de hablarle a la
gente, tanto a musulmanes como a no musulmanes, acerca de la religin del
Islam. Su sinceridad era obvia, y l jams se involucr en debates o
discusiones intiles condenados al desastre. Trat a la gente bien, con
amabilidad y compasin, pas por alto sus faltas y mal comportamiento, y cuando
todo lo dems fall, se alej. La violencia, la ira y la rudeza jams formaron
parte de su mtodo, ni eran parte de su carcter. l mostr paciencia de cara a
la adversidad, y amabilidad ante un trato rudo.
Pie de pgina:
[1]
Sahih Ibn Hibn. Para mayor
informacin, vase http://islamicencyclopedia.org/public/index/topicDetail/id/390#Doctrines-of-Ibn-Hibban
[2]
Sahih Al Bujari, Sahih Mslim.