8. Igualdad entre hombres y mujeres
El Corn afirma
que todos los creyentes son iguales y que solo las buenas obras elevan a una
persona sobre otra. Los creyentes, por lo tanto, tienen un respeto inmenso por
las personas piadosas, y la historia islmica nos dice tambin que, tanto
hombres como mujeres, sirvieron y mostraron rectitud en todas las reas. La
mujer, al igual que el hombre, est obligada a adorar a Dios y a cumplir los
deberes que le corresponden. Por lo tanto, se requiere que toda mujer d
testimonio de que nada ni nadie merece adoracin sino solo Dios y que Muhammad
(que la paz y las bendiciones de Dios sean con l) es Su Mensajero; orar y dar
caridad, ayunar, realizar el peregrinaje a la Casa de Dios si tiene los medios
y la capacidad para hacerlo. Tambin se requiere que toda mujer crea en Dios,
en Sus ngeles, Sus escrituras, Sus profetas, el Da Final y el Decreto de
Dios. Tambin se requiere que toda mujer adore a Dios como si Lo viera.
“Al creyente que haga obras de bien, sea
hombre o mujer, lo ingresar al Paraso y no ser privado de su recompensa en
lo ms mnimo”. (Corn 2:124)
El Islam reconoce, sin embargo, que la
igualdad no significa que hombres y mujeres sean lo mismo. Tiene en cuenta sus
diferencias en fisiologa, naturaleza y temperamento. No es una cuestin de
superioridad o inferioridad, sino una cuestin de habilidades naturales y de
tener diferentes roles en la vida. Las leyes del Islam son justas y
equitativas, y toman estos aspectos en consideracin. A los hombres se les ha
asignado la tarea de trabajar y proveer a su familia, y a las mujeres se les ha
asignado el papel de la maternidad y el cuidado del hogar. Pero el Islam
tambin afirma que estos papeles no son exclusivos ni inflexibles. Las mujeres
pueden trabajar o servir a la sociedad, y los hombres son capaces de tomar
responsabilidad de sus hijos o de su hogar. Es interesante destacar que cuando
las mujeres eligen trabajar, el dinero que ellas ganan es de su propiedad, de
modo que el hombre sigue teniendo la obligacin de proveer financieramente a
toda la familia.
9. La humanidad es capaz de arrepentirse por sus actos pasados y
reformarse
Los musulmanes creen que todos los
seres humanos pueden reformarse, y creen tambin que la posibilidad de tener
xito en ello es mayor que la probabilidad de fracaso. Esta creencia deriva del
hecho de que Dios le ha dado a la humanidad los medios para reformarse, no solo
una vez, sino una y otra vez hasta que sea inminente el Da del Juicio. Dios
envi mensajeros y profetas a todas las naciones que han existido. A algunos de
ellos los conocemos por el Corn y las tradiciones del Profeta Muhammad, a
otros solo los conoce Dios.
“A cada comunidad envi un Mensajero. Cada
vez que lo desmintieron los destru, salvando al Mensajero y a los creyentes,
pero nadie fue castigado injustamente”. (Corn 10:47)
Dios no responsabiliza a ninguna
persona hasta que le ha sido mostrado el camino correcto.
“…No he castigado a ningn pueblo sin antes
haberle enviado un Mensajero”. (Corn 17:15)
Al mismo tiempo, somos responsables de
buscar la verdad y al encontrarla debemos aceptarla y reformar nuestras vidas en
consecuencia. Las malas acciones pasadas pueden ser dejadas atrs. No existe
pecado que no pueda ser perdonado!
“Di: Oh, siervos mos que estn sumidos en
el pecado [perjudicndose a s mismos]! No desesperen de la misericordia de
Dios. Dios tiene poder para perdonar todos los pecados. l es el Perdonador, el
Misericordioso”. (Corn 39:53)
Una persona puede favorecerse de la
misericordia de Dios arrepintindose sinceramente por su pasado, o si no es
creyente, convirtindose a la religin del Islam. Toda persona debe trabajar
por su salvacin mediante la combinacin de la fe, la creencia y la accin.
10.
Dios ama la belleza en
todas sus formas
El Profeta Muhammad dijo: “Nadie
entrar al Paraso si tiene el peso de una hormiga de orgullo en su corazn”. Un hombre le pregunt: “Y qu pasa si a un hombre le gusta vestir buena ropa para verse
bien, y buenos zapatos para verse bien?”. l respondi: “Dios es bello
y ama la belleza. El orgullo significa negar la verdad y despreciar a las
personas”[1].
La belleza es lo opuesto de la fealdad.
La belleza que existe en la creacin atestigua la belleza de Dios, as como Su
poder. l, que cre la belleza, es Quien tiene ms derecho a la belleza. Y, de
hecho, el Paraso est adornado con belleza ms all de nuestra imaginacin.
Dios es hermoso, y por esto el mayor placer en el Paraso es ver el rostro de
Dios. Dios dice:
“Ese da, habr rostros resplandecientes [de
felicidad] contemplando a su Seor”. (Corn 75: 22-23)
l se refiere a Sus nombres como los
ms hermosos:
“A Dios pertenecen los nombres ms sublimes,
invcalo a travs de ellos…”. (Corn 7:180)
El reconocido erudito islmico Ibn Al Qaiem
(que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo lo siguiente sobre la belleza del
Islam:
“Dios es
reconocido por una belleza que no tiene par en ninguna otra cosa, y l debe ser
adorado por medio de la belleza que l ama en palabras, actos y actitudes. l
ama que Sus siervos embellezcan sus lenguas con la verdad, sus corazones con
devocin sincera, amor, arrepentimiento y confianza en l; sus facultades con
obediencia, y sus cuerpos mostrando Sus bendiciones sobre ellos en su ropa y
mantenindolos puros y libres de suciedad o impureza, removiendo los pelos que
deben ser removidos, circuncidndose y cortndose las uas. De este modo,
reconocen a Dios a travs de estas cualidades de belleza, y buscan acercarse a
l a travs de palabras, actos y actitudes hermosas. Ellos Lo reconocen por la
belleza que es Su atributo, y Lo adoran a travs de la belleza que l ha
prescrito, y de Su religin”[2].
Pie de pgina:
[1]
Sahih Mslim.
[2]
Al Fawaid (1/185).