Introduccin
El ttulo de esta sura de cuatro
versculos es Curaich, que se refiere a la tribu de los coraichitas mencionada
en su primera aleya. Los curaich eran la tribu gobernante en La Meca en la
poca del Profeta Mujmmad (Dios lo bendiga). Eran una tribu de comerciantes y
eran los custodios de la Kaba. La tribu curaich estaba
conformada por diez clanes principales, incluido el clan de Hchim, al que
perteneca el Profeta. La sura Curaich fue revelada en La Meca y tiene un
vnculo particularmente estrecho con la sura El Elefante (Al Fil). En el
captulo 105, El Elefante, Dios derrota la amenaza que se diriga a La Meca por
parte del rey yemen Abrahah, por lo que en la sura 106, Curaich, el comercio y
los viajes comerciales realizados por la tribu de curaich estaban a salvo. De
hecho, algunos de los primeros musulmanes consideraron que estos dos captulos
eran uno solo. Sin embargo, al compilar el Corn para las generaciones futuras,
los eruditos de la poca establecieron que las suras 105 y 106 fueron
descendidas como dos captulos separados. Independientemente si son uno o dos,
no hay duda de que este ltimo es una continuacin del primero.
Aleyas 1 2 Seguridad y salvaguardia
Dios comienza esta sura diciendo que le
proporcion seguridad a curaich y salvaguard sus caravanas de invierno y de
verano. Ello implica que Dios destruy el ejrcito de Abraha para beneficio de
ellos. Los mecanos dependan en gran medida del comercio con Yemen, por lo
tanto, si Abraha hubiera tenido xito, l se habra hecho cargo de su negocio o
les habra impedido ingresar a Yemen. As que fueron aseguradas las caravanas
comerciales tanto en invierno como en verano. Los curaich enviaban caravanas en
invierno y a Siria en verano. Podan viajar por toda la Pennsula Arbiga y ms
all en relativas paz y seguridad. Se establecieron a lo largo de las dos rutas
y hallaron generosidad y admiracin.
La seguridad de los curaich tambin
signific seguridad para la Kaba, que es el punto focal del Islam. Los curaich
eran los custodios de la Kaba. A medida que su estatus en la tierra se elevaba,
debido al favor de Dios y a su experiencia comercial, la Kaba estaba a salvo
del habitual merodeo y saqueo que tena lugar por toda la pennsula. Los
curaich se encontraron en una posicin exclusiva con un medio de sustento
garantizado. Esta seguridad fue el resultado directo de su custodia de la Kaba,
cuya santidad es ordenada y preservada por Dios. Por lo tanto, se podra decir
que, por el bien del Islam, Dios destruy al ejrcito del elefante, y al
hacerlo, asegur el futuro de los curaich.
Aleyas 3 4 Adora y s agradecido
As que adoren al Seor de esta casa,
la Kaba. l es Aquel que les proporciona alimentos para protegerse del hambre y
les proporciona seguridad para protegerse del miedo. Dios les recuerda a los
curaich las bendiciones que l les provee. Dios les provey alimento. Su tierra
era estril y habran muerto de inanicin si Dios no les hubiera proporcionado
los medios para alimentarse y mantenerse. La vida de los curaich podra haber
sido de miedo y aprensin, pero Dios les brind seguridad y disip sus temores.
Estas dos aleyas sirven de recordatorio a los curaich de que su custodia de la
Kaba tena un gran efecto sobre sus vidas. Es tambin una advertencia que los
exhorta a adorar a Dios en la forma en que l espera y merece.
Cuando el Profeta Abraham haba
completado la reconstruccin de la Kaba, or para que Dios hiciera de este
lugar una ciudad de paz, y sustentara a sus habitantes con los frutos de la
tierra. Dios respondi la splica del Profeta Abraham y, sin embargo, muchos de
los curaich no estaban agradecidos con Dios, y muchos otros incluso eran
politestas. Es como si Dios estuviera dicindoles que, si no muestran gratitud
por este gran favor, tampoco podrn estar agradecidos por todas las bendiciones
que Dios les otorga, como el sustento y la seguridad.
Los curaich deberan haber estado
adorando con agradecimiento a su Seor, el Seor de la Kaba, Aquel que les
proporcion su sustento y seguridad. Su tierra solo era un desierto, pero les
proporcion un medio de vida, y Dios los protegi de todos sus enemigos,
incluso de su enemigo ms formidable, Abraha. En lugar de ser agradecidos, los
curaich hablaron y actuaron persistentemente en contra del Profeta Mujmmad y
del mensaje que l predicaba.
Esta sura es un aviso claro para los
curaich y una advertencia de que Dios podra, si as lo quisiera, destruirlos
de forma tan absoluta como destruy y humill al ejrcito del elefante.