“Si intentaran
contar las gracias de Dios no podran enumerarlas. Dios es Absolvedor,
Misericordioso” (Corn 16:18).
Nuestras vidas
son una sucesin continua de regalos de Dios. Mucha gente, debido a su visin
de la vida o a sus circunstancias, no logra ver que recibe la generosidad de
Dios. Dios nos ha dejado claro que jams seremos capaces de contar Sus
bendiciones sobre nosotros, pues son innumerables.
Esta
afirmacin se repite mucho en el Corn, haciendo nfasis en la ingratitud de la
humanidad y su ignorancia respecto a las bendiciones de Dios: “l les ha
dado todo cuanto Le han pedido. Si intentaran contar las bendiciones de Dios no
podran enumerarlas. El ser humano es injusto y desagradecido” (Corn 14:34).
Considera el
cuerpo humano: est hecho de cien billones de clulas. Cada clula es una
bendicin de Dios. Pero esto no significa que solo hay cien billones de
bendiciones en el cuerpo humano, hay muchas ms, ya que las bendiciones de Dios
se manifiestan a s mismas dentro de cada una de esas clulas de innumerables
maneras. Adems, cada clula est expuesta a un nmero incalculable de amenazas
potenciales, desde virus y cncer a una infinidad de defectos, y Dios, a travs
de Su misericordia, protege a las clulas de todo esto. Por lo tanto, no
podremos jams enumerar las bendiciones que Dios, a cada instante, nos concede
dentro de nuestros propios cuerpos.
Incluso si
tenemos idea de que las bendiciones que Dios nos otorga son de nmero infinito,
dicho nmero no tiene en cuenta las desgracias que Dios nos evita, aunque l
sin duda pone a prueba a algunos de Sus siervos con dichos infortunios. Luego
estn todas las bendiciones que Dios les otorg a nuestros ancestros, a
nuestros contemporneos y a nuestros descendientes, y los incalculables
aspectos de la creacin sobre los que dependen nuestras vidas.
Dios nos
recuerda: “Todas las gracias que tienen provienen de Dios. Pero ustedes solo
recurren a l cuando padecen una desgracia” (Corn 16:53).
Debemos
mirarnos a nosotros mismos y a la forma en que nos comportamos en relacin a
las bendiciones de Dios. Las usamos en obediencia a Sus mandamientos? Nos
damos cuenta de que Dios tiene un derecho sobre nosotros en todo lo que l nos
brinda? Si somos bendecidos con riqueza, el pobre tiene un derecho en ella. Si
somos bendecidos con conocimiento, quienes tienen sed de conocimiento tienen un
derecho en l. Por cada habilidad con la que somos bendecidos, aquellos que
carecen de ella tienen un derecho en esta.
Debemos alabar
a Dios por habernos dado la capacidad de hacer lo que otros no pueden. Parte de
las gracias que Le debemos a Dios est en dar algo de aquello con lo que hemos
sido bendecidos a aquellos que no han recibido la misma bendicin. Debemos
recordar que toda bendicin que disfrutamos tendr, inevitablemente, un final.
Ya sea que perdamos dicha bendicin en algn momento de nuestras vidas, o que
fallezcamos y dejemos atrs esa bendicin.
Otro aspecto
de nuestra gratitud hacia Dios es servirle a l con lo que l nos da y
utilizarlo en formas que sean lcitas y que Lo complazcan. No debemos ser como
el Faran. Alguna gente sabia le advirti: “No te jactes [de lo que tienes]
porque Dios no ama a los arrogantes” (Corn 28:76).
El Faran
respondi: “Lo que se me ha concedido es gracias a mi conocimiento” (Corn 28:78).
As que Dios
nos dice: “Acaso no saba que Dios ya haba destruido naciones ms
poderosas y con ms riquezas que l? [Debido a lo terrible de sus faltas,] a
los perversos no se les preguntar por sus pecados” (Corn 28:78).
A menudo no
nos damos cuenta de una bendicin que tenemos hasta que la perdemos o nos vemos
amenazados con perderla. Cuntas de nuestras facultades, miembros y talentos
damos por sentados? Estas son solo algunas de las bendiciones en nuestros
cuerpos. Cuntas bendiciones nos rodean, nuestras familias, nuestros amigos,
nuestro trabajo, el estatus que disfrutamos, las conexiones que tenemos,
incluso nuestras esperanzas y sueos?
El mundo en el
que vivimos es tambin una bendicin, pues posee todo lo necesario para que la
vida prospere. Cuntos otros planetas vemos y estamos descubriendo, que son
similares a la Tierra en tamao y otras caractersticas, pero son estriles,
hostiles e inhabitables?
Alabado sea
Dios, Quien posee todas las cosas y Quien da sin medida.