“Existen personas que toman en lugar de Dios
a otros que consideran iguales [a Dios], y los aman como solo debe amarse a
Dios; pero los creyentes aman ms a Dios [de lo que stos aman a sus
divinidades]. Ya sabrn los injustos cuando vean el suplicio que les espera,
que a Dios pertenece el poder absoluto y que Dios es severo en el castigo.
[Ellos deben considerar que el Da del Juicio] se desentendern los lderes de
sus seguidores, y todos vern el castigo y desaparecer toda alianza entre
ellos” [Corn 2: 165-167].
Los tres versculos esenciales que
trataremos aqu, provienen de la parte media del captulo 2, “La vaca” (Al Bqara). Esta sura de 286 aleyas es la ms larga del
Corn y fue revelada en Medina. Despus de la migracin a Medina, los
musulmanes comenzaron a enfocarse en construir una comunidad, y as las suras
reveladas all tienden a centrarse en normas. Sin embargo, “La vaca” fue
revelada a lo largo de un perodo de tiempo extenso, y su temtica cubre una
variedad de cuestiones que incluyen doctrinas de fe y conceptos fundamentales.
Estas tres aleyas son consideradas esenciales debido a que revelan un final
amargo para quienes eligen adorar algo distinto de Dios.
En el versculo anterior a estas tres
aleyas, Dios describe una serie de Sus bendiciones, en especial aquellas que
provienen de las maravillas del universo. Luego comienzan nuestras aleyas
esenciales expresando incredulidad en el hecho de que, aunque la humanidad sabe
y tiene experiencia de estas cosas, todava hay algunas personas que eligen
conscientemente adorar a otros que no sean l (Dios). Ellos aman sus estatuas,
dolos, personas o cosas con un compromiso que solo Le pertenece a Dios, y eso
es irracional. Dios le ha dado a la humanidad un sinnmero de seales que se
adaptan a todas las formas de lgica y a las diversas necesidades de los seres
humanos. Sin embargo, en lugar de llegar a la conclusin ms lgica, algunas
personas deciden adorar estatuas, piedras, rboles o estrellas. La adoracin Le
pertenece solo a Dios. Ser devoto de algo que no sea l, es un pasatiempo
peligroso.
El Profeta Muhammad (la paz y las
bendiciones de Dios sean con l) tambin enfatiz siempre la importancia de no
adorar a nadie ms que a Dios. Una maana, despus de la oracin, el Profeta
les explic a sus compaeros la importancia de reconocer el completo poder de
Dios sobre todas las cosas. l dijo que Dios dijo: “Esta maana uno de Mis
siervos se hizo creyente en M y otro se hizo incrdulo. En cuanto a aquel que
dijo hemos recibido la lluvia por gracia de Dios y Su misericordia, ese es un
creyente en M y es incrdulo en las estrellas. Y en cuanto a aquel que dijo
hemos recibido la lluvia por tal o cual estrella, ese es incrdulo en M y
creyente en las estrellas”[1].
Los verdaderos creyentes son aquellos
que toman a Dios como su nica deidad y Lo aman por encima de todo lo dems.
Obedecen a Dios, temen Su castigo y tienen esperanza en Su misericordia y Su
perdn. Esos sern los exitosos.
Si aquel que es injusto con Dios, que
no cumple con Su derecho a ser el nico adorado, pudiera ver lo que le va a
ocurrir en el Da del Juicio, no tendra duda de que Dios es el Todopoderoso y
que es severo en Su retribucin.
En el Da del Juicio, los denominados
lderes religiosos se desvincularn de sus crdulos seguidores que fueron presa
fcil de sus engaos. En ese da fatdico, aquellos que fueron seguidos
admitirn ante sus seguidores que ellos mismos estn perdidos. Adems de esto, Satans
mismo denunciar a sus seguidores y declarar su creencia en Dios. “No tena
autoridad sobre ustedes”, dir, “ustedes eligieron seguirme”[2]. Cualquier
lazo que existiera entre los seguidos y los seguidores se romper, separndose
frente a lo que ellos finalmente entendern.
Los seguidores rogarn por una
oportunidad de regresar a sus vidas anteriores. Desearn profundamente tener la
posibilidad de renunciar a todo aquello que adoraron en lugar de Dios, pero
para entonces ya ser demasiado tarde. Dios les mostrar sus obras y los frutos
de sus actos, y se darn cuenta de que jams podrn salir del Infierno. Se
lamentarn por no haber escuchado las palabras de los mensajeros y los profetas
que fueron enviados entre ellos. Muchos se arrepentirn de no haber escuchado
las palabras del Profeta Muhammad y no haber tomado en serio las aleyas del
Corn. Aquellos que se burlaron de esas aleyas anhelarn escucharlas recitar y
tener la posibilidad de prestarles atencin y arrepentirse. Pero eso no se les
conceder.
La creencia ms fundamental en el Islam
es la creencia en un nico Dios. Eso forma las bases del Islam y es mencionado
una y otra vez a lo largo del Corn. Los seres humanos no fueron creados sino
para adorar a Dios[3].
Por lo tanto, lo nico lgico es que adorar u obedecer a alguien distinto a
Dios es un grave pecado, uno que no puede ser perdonado. Si una persona muere
sin haberse arrepentido sinceramente de este gravsimo pecado, su otra vida
ser una de castigo y fuego. Estas tres aleyas esenciales subrayan la
importancia de mantenerse alejado del politesmo. El Profeta Muhammad dijo que
quien muriera afirmando que Dios tiene rival, entrara al Infierno[4].
Pie de pgina:
[1] Sahih Al Bujari y Sahih Mslim.
[2] Corn 14:22.
[3] Corn 51:56.
[4] Sahih Al Bujari.