“[Oh, Muhammad] Por
misericordia de Dios eres compasivo con ellos. Si hubieras sido rudo y de
corazn duro se habran alejado de ti; perdnalos, pide perdn por ellos, y
consulta con ellos los asuntos [de inters pblico]. Pero cuando hayas tomado
una decisin encomindate a Dios, porque Dios ama a los que se encomiendan a
l. Si Dios los auxilia nadie podr vencerlos. Pero si los abandona, quin
podr auxiliarlos contra Su voluntad? Que a
Dios se encomienden los creyentes” (Corn 3:159-160).
El captulo 3, “La
familia de Imrn”, es una sura de 200 versculos revelada en Medina. Las suras
reveladas en Medina tratan principalmente con la construccin de una comunidad
musulmana estable y fuerte. Se ocupan de la eleccin, la eleccin entre el bien
y el mal, y el concepto de que los musulmanes fueron elegidos para asumir una
gran responsabilidad. Anteriormente en esta sura, que consiste de cuatro
discursos principales, se les ense a los musulmanes cmo manejar la victoria,
y justo antes de estas dos aleyas esenciales, se les ense a los musulmanes,
como consecuencia de la batalla de Uhud, cmo lidiar con la prdida.
En esta parte de la sura 3 leemos los
comentarios sobre la batalla de Uhud, incluyendo cmo se desarrollaron los
eventos antes y durante la batalla. La aleya 159 se dirige al Profeta Muhammad
(la paz y las bendiciones de Dios sean con l), y algunos eruditos han sugerido
que esta sola aleya es un mini seminario sobre las cualidades del liderazgo.
Como sabemos, la batalla de Uhud tuvo un resultado decepcionante, fue una
derrota que se produjo poco despus de una gran victoria. Despus de consultar
con sus compaeros, el Profeta Muhammad y los musulmanes se hallaron en una
situacin que no esperaban y para la cual no estaban preparados.
Incluso despus de haber recibido
instrucciones especficas, los compaeros tomaron decisiones imprudentes que
culminaron en la derrota de los musulmanes. Muchos de ellos abandonaron sus
posiciones y otros huyeron del campo de batalla. Incluso cuando su lder los
estaba llamando, muchos en su conmocin y angustia se negaron a dar la vuelta y
mucho menos a regresar. En esta situacin, uno esperara que el Profeta Muhammad
no fuera indulgente. l habra estado decepcionado y listo para recriminarlos por
su comportamiento. Sin embargo, ese no fue el caso.
Antes de que el Profeta Muhammad
tuviera la oportunidad de reunir a sus hombres y sus pensamientos, y mientras
se preparaba para dirigirse a sus hombres, Dios indic que l necesitaba
dirigirse antes al Profeta Muhammad. La aleya 159 trata sobre el resultado del
discurso de Dios al Profeta. Fue debido a la misericordia increble de Dios que
el Profeta Muhammad fue indulgente con sus hombres. l no estaba enojado y no
los hizo sentir mal por sus errores monumentales, sino que sigui las
instrucciones de Dios y les habl con amabilidad.
Esa es la misma amabilidad que el
Profeta Moiss, por instruccin divina, utiliz con el Faran. Este tipo de
bondad y misericordia es un favor especial de Dios. Cuando el Profeta Muhammad
no mostraba enojo, esa era una representacin de la misericordia de Dios, l
fue misericordioso en el nombre de Dios. Dios le dice al Profeta Muhammad que,
si l los hubiera tratado con enojo, se habran alejado, y lo habran hecho de
forma tan definitiva que quizs jams habran regresado. Este es un ejemplo de
una de las cualidades ms importantes del liderazgo: la misericordia. Es la
misericordia la que mantiene unido a un grupo, en especial en una situacin
crtica.
Al Profeta Muhammad no solo se le pidi
que tratara con gentileza a sus hombres, sino que los perdonara y luego pidiera
perdn por ellos a Dios, despus de lo cual deba consultarles asuntos de
importancia. Esta, en verdad, no es la forma en que esperaramos que un lder
tratara a sus hombres despus de haber pasado por tan terrible experiencia. La
realidad es que el Profeta Muhammad no necesitaba consultar con sus compaeros,
su mensaje y su vida eran dirigidos por Dios mismo; sin embargo, otra buena
caracterstica del liderazgo es hacer que tus seguidores se sientan necesarios
e incluidos. Cuando l les consultaba en la toma de decisiones y escuchaba sus
opiniones, ellos sentan que eran una parte necesaria del equipo.
Despus de la batalla de Uhud los
musulmanes sintieron que haban defraudado a su lder. Muchos se avergonzaron,
y otros sintieron que, dado que haba decepcionado al Profeta Muhammad, ahora
l estara distante de ellos y jams podran explicar su conducta. Dios le
aconsej al Profeta Muhammad que los perdonada y consultara con ellos, para as
eliminar esos sentimientos de sus corazones. Este tipo de comportamiento
establece los principios de buenos modales, moral alta, perdn y generosidad.
Finalmente, aprendemos que despus de
toda consulta y discusin, un buen lder tomar una decisin. La decisin ser
tomada, pero en ltima instancia, el xito o fracaso estarn en manos de Dios.
l es Quien decide todos los asuntos. Por lo tanto, como creyentes debemos
tomar nuestras decisiones y cumplirlas lo mejor que podamos, mientras ponemos
nuestra confianza en Dios. Dar marcha atrs y cambiar de opinin no es
caracterstico de un buen liderazgo ni son buenas habilidades para la vida.
Dios ama a quienes confan en l, y en la aleya 160 Dios extrapola esto al
decir que, con Su ayuda, nada puede vencer al creyente; pero sin Su ayuda, no
hay nada que pueda ayudar a una persona.
La persona que entiende esto ha captado
el principio central del destino divino. Todos los asuntos comienzan con Dios y
todo volver a l, es Su voluntad la que determina todos los eventos. Si Dios
te da la victoria, nadie podr vencerte; pero si te abandona, nadie puede
ayudarte. La derrota en Uhud les ense una gran leccin de vida a los
creyentes. Confiar en Dios completamente es una cualidad distintiva del creyente.
Un musulmn no busca nada de otra fuente que no sea Dios. l confa totalmente
en Dios para lograr los mejores resultados, de acuerdo con su conocimiento y su
sabidura.