Se narra bajo la autoridad de Umar ibn Al-Jattab
quien dijo: Escuch al Mensajero de Dios decir:
Todas las acciones son juzgadas
por las intenciones, y cada persona ser recompensada de acuerdo a su
intencin. As, aquel que emigr por Dios y Su Mensajero, su emigracin es para
Dios y Su Mensajero, pero aquel que emigr por alguna cosa mundana que poda
ganar, o por una esposa con la que se quera casar, su emigracin es para
aquello por lo que emigr. (Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
Antecedentes
Este hadiz es sin duda uno de los ms
grandes e importantes de los dichos del Profeta Muhammad, que la misericordia y
las bendiciones de Dios sean con l, pues establece uno de los principios ms
importantes en la religin del Islam, especficamente en lo que respecta a la
aceptacin de la religin y las acciones de uno por parte de Dios, y en general
de todas las otras actividades diarias normales que una persona desempea. Este
principio es que para que cualquier accin sea aceptada y, por tanto,
recompensada por Dios, debe ser realizada exclusivamente por l. Este concepto
tambin es denominado sinceridad con Dios, pero el significado ms exacto
sera pureza de la intencin.
En una de las etapas de la vida del
Profeta, Dios orden a todos los musulmanes que emigraran de Meca hacia el incipiente
estado Islmico de Medina. En este hadiz, el Profeta dio un ejemplo de dos clases
de personas en lo que respecta a este acto religioso de la emigracin:
El primer ejemplo fue el de
una persona que emigr a Medina nicamente por Dios, buscando agradarlo a l y
cumplir con Su mandamiento. El Profeta declar que la accin de esta persona
ser aceptada por Dios y l lo recompensar con creces.
El segundo ejemplo fue el
de una persona que cumpli con este acto religioso, pero su intencin no era
agradar a Dios ni cumplir Su mandamiento, por lo que este tipo de persona, a
pesar de que quizs logre lo que se propona en esta vida, no recibir
recompensa de Dios, y su accin no est entre las que se consideran aceptables.
En el Islam, hay dos mbitos en la vida
de una persona, el religioso y el mundano. Aunque hay una clara separacin
entre los dos en cuanto a jurisprudencia religiosa, ambos son de hecho
inseparables, en tanto que el Islam es una religin que legisla en asuntos de
familia, sociedad y poltica, as como en la creencia y la adoracin de Dios. Por
tanto, aunque este dicho del Profeta parece aplicarse slo al aspecto religioso
de la vida de una persona, en realidad se aplica a ambos.
La pureza de la intencin en el mbito religioso
Como se mencion anteriormente, este
hadiz establece el primer principio para que las acciones de la persona sean
aceptadas por Dios, el cual es que ellas deben ser nicamente para Dios.
Respecto a aquellas acciones que han sido ordenadas como una forma de devocin
religiosa, conocida como adoracin, uno debe hacerlas por Dios nicamente,
puesto que ha sido Dios quien ha ordenado el servicio o acto que se hace y lo
ama. Estos actos incluyen aquellos como la oracin (Salat), ayunar, ofrecer la caridad
obligatoria (Zakat), realizar la peregrinacin menor o mayor a La Meca (Umrah y
Hayy), y todos los dems actos que han sido ordenados en la religin. A pesar
que los actos puedan parecer como algo exterior, como en este hadiz, para que
sean aceptados es de importancia fundamental la intencin con la que la persona
los realiza.
Una persona que dirija cualquiera de
estos y otros actos religiosos a otras deidades distintas a Dios o consideradas
a Su mismo nivel, jams sern aceptados, y quien cometa esta hereja se
considera que comete el mayor pecado contra Dios, el politesmo: asociar a
otros con Dios en aquellas cosas que son especficamente para l. El Islam es
una religin que cree y practica el monotesmo estricto y verdadero. Este
monotesmo no slo implica que hay un nico Dios y Creador, sino tambin que
Dios tiene derecho a que toda forma de adoracin y todos los actos relacionados
se hagan nicamente para agradarlo a l y nada ms. Este concepto fue el que
Dios orden a todos Sus Profetas que predicaran, como l dice en el Corn:
Y se les haba ordenado [en sus
legislaciones] que adoraran a Dios con sinceridad, fuesen monotestas,
realizaran la oracin y pagaran el Zakat, pues esa es la verdadera religin. (Corn
98:5)
Aqu vemos que a pesar de que una
persona puede parecer estar realizando actos de devocin y adoracin a Dios
exteriormente, si asocia a cualquier otro ser en esta adoracin, ya sean
ngeles, profetas o personas rectas, entonces este acto no es aceptado por
Dios. Peor an, cae en el gran pecado del politesmo.
Otro aspecto de esta pureza de la intencin
es que una persona nunca debe buscar ganancia alguna a travs del servicio
religioso y los actos de adoracin, incluso si esta ganancia mundana es algo
permitido. En el hadiz mencionado anteriormente, la segunda persona no realiz
su obligacin religiosa de emigrar por otras deidades en lugar o a la par de
Dios, ni tampoco tuvo la intencin de hacer algo intrnsecamente malo. En lugar
de ello, su intencin fue algo considerado admisible en la religin (matrimonio). Sin embargo, ese acto no fue
aceptado por Dios, y la persona puede o no haber recibido lo que buscaba en
esta vida mundana. Por lo tanto, sin una persona busca cualquier ganancia
mundanal permisible a travs de una accin, la recompensa de dicha accin
disminuye.
Si una persona desea algo considerado
como inaceptable por el Islam, y quiere conseguirlo a travs del servicio
religioso y la adoracin, esto es considerado un pecado. El Islam es una
religin que fomenta la humildad y la abnegacin, reprendiendo a aquellos que
buscan el reconocimiento de los dems y obtener estatus en esta vida mundana.
Por ello, si uno busca la alabanza de los dems a travs del servicio religioso
y la adoracin, esto no slo no es aceptado por Dios, sino que la persona es
considerada como merecedora de recibir castigo en la otra vida. El Profeta
mencion a las primeras personas en ser condenadas al Infierno en la otra vida,
y entre ellos estn:
Una persona que adquiri
conocimiento [religioso] y lo ense [a otros], y aprendi a recitar el Corn.
Ser llevado [ante la presencia de Dios] y Dios le mencionar todos los favores
que le otorg, y l los reconocer. Dios le preguntar: Qu hiciste con
ellos?
l responder: Adquir
conocimiento [religioso] y lo ense [a otros], y recit el Corn slo para
agradarte.
Dios dir: Mientes! En realidad,
adquiriste conocimiento [religioso] para ser llamado erudito, y recitaste el
Corn para ser llamado recitador, y esto ya fue dicho de ti. Entonces se
ordenar que sea [castigado]. De modo que ser arrastrado sobre su rostro y
arrojado al Fuego. (An-Nasai)