Aleyas 1 y 2: La condicin de los creyentes
A cada instante avanzamos hacia nuestra
muerte. Esto significa que, si una persona no utiliza
el tiempo que tiene disponible en cosas que realmente importen, finalmente
enfrentar al fracaso. A fin de ser exitosa, una persona debe esforzarse,
mientras que para fracasar no necesita hacer nada (el fracaso la busca).
El mayor activo que Dios le ha dado a
cada individuo, y a todos por igual, es el tiempo: veinticuatro horas al da,
ni ms ni menos, igual para el rico y el pobre, el joven y el viejo, sea que
viva en Oriente o en Occidente. Es un tesoro que siempre se escapa de nuestras
manos, deslizndose hacia un lugar de donde no podemos hacerlo volver. La nica
forma de evitar perder este tesoro es utilizarlo; cada momento es como una joya
y debemos comprar con ella una buena obra. La prueba de la vida es ver quin
compra la mayor cantidad y las mejores de las obras, puras en intencin y
excelentes en calidad. Sin embargo, quin nos va a decir si estamos comprando
las cosas correctas con nuestro tiempo o si solo estamos coleccionando basura?
Hay una historia, en la literatura
islmica clsica, de un hombre que entendi esta sura gracias a un vendedor de
hielo que voceaba en el mercado: “Oh, gentes! Tengan compasin de aquel cuyos
bienes se estn derritiendo!”. Esto fue en la poca en que la gente venda sus
productos al aire libre y no existan los refrigeradores. El hombre, entonces,
se dijo a s mismo que, as como el hielo se derrite y reduce, el tiempo de
vida dado a un ser humano pasa rpidamente. Si la oportunidad se pierde en la
inaccin o en malas obras, es la prdida de la persona.
El engao en que vivimos es tan
maysculo, que en lugar de pedirle a Dios gua verdadera, nos hemos formado
nuestras propias opiniones sobre la vida, y creemos que estas son suficientes para
guiarnos en la vida. Sin embargo, si nuestras propias ideas y principios no
coinciden con los mandamientos de Dios, qu obtendremos al final del da? Es
por esto que Dios nos advierte que, si no nos volvemos hacia l en busca de
gua, esa ser la mayor prdida a la que nos estaremos autocondenando. Solo
aquellas personas que tengan ciertas cualidades especficas sern salvadas de
esa prdida.
Aleya 3: La condicin de los creyentes y las
bases de la salvacin
Aquel que utiliza su tiempo de manera
apropiada es quien adopta tres cursos de accin en este mundo. Uno es la fe, es
decir, la consciencia de la verdad o la realidad y su aceptacin. El segundo es
el de las obras virtuosas, es decir, hacer lo que se debe hacer en lo
concerniente a deberes religiosos y abstenerse de lo que es pecaminoso. El
tercero es advertir a la gente sobre la verdad y lo prohibido. Esto es
consecuencia de que la persona se d cuenta de la verdad de manera tan profunda
que se dedique a predicarla.
La fe es la caracterstica por la cual
el ser humano, una pequea criatura con una vida de corta duracin en un mundo
limitado, obtiene cercana con el Originador Absoluto y Eterno del universo y
de todo lo que en l existe. Ella, adems, establece un vnculo entre la
persona y el universo entero que surge de ese Origen nico, con las leyes que
lo gobiernan y los poderes y potencialidades que proporciona. Como resultado,
la persona se aleja de los lmites estrechos de su ser trivial hacia la amplitud
del universo, de su poder inadecuado al gran conocimiento de las energas
universales, y de los lmites de su corta vida a la eternidad que solo Dios
comprende.
Qu tiene que ver la fe con el xito o
el fracaso? No es suficiente con ser una buena persona? Aunque, si lo piensas
bien, qu tan buena puede ser una persona que niega al Creador y Sustentador?
Una persona ingrata, que toma todo y
luego niega al Proveedor, puede ser llamada buena persona? El hecho es que la
fe en Un Dios es la raz de toda bondad. Adems, es la nica motivacin para
que seamos consistentemente obedientes a Dios e incondicionalmente buenos con
la gente. Sin embargo, no podemos permanecer firmes en nuestra fe y nuestras
buenas obras a menos que hagamos un esfuerzo consciente por propagar este bien
a los dems tambin. Los seres humanos no podemos vivir en aislamiento. Jams
seremos totalmente independientes, ni en cuanto a nuestras necesidades mundanas
ni en cuanto a nuestro crecimiento espiritual. Es por esto que Dios nos exige
que, si queremos salvarnos de perder, solo ser buenos en nuestro propio
espritu y carcter no es suficiente. En lugar de ello, debemos cultivar esta
bondad de la fe y de las buenas obras a nuestro alrededor.
Finalmente, la paciencia nos asegura el
estar a salvo. El viaje hacia el Paraso es difcil, y no podemos alcanzar
nuestro destino sin paciencia y perseverancia. Por lo tanto, debemos ayudarnos
unos a otros a mantenernos determinados y enfocados. Entonces, la fe, las
buenas obras y ayudarnos unos a los otros son las llaves del xito.