Alabado sea Dios
Ofrecer un animal en sacrificio es un acto de culto que está encomendado en
la enseñanza islámica, sin diferenciar entre hombre y mujer, o entre mujer
casada y soltera. Esto está indicado por el significado general de los
textos que hablan del animal para el sacrificio, sin ninguna restricción o
limitación.
Si
una mujer puede permitírselo, está en la Tradición Profética que ofrezca un
animal en sacrificio en su propio nombre y en el de su familia, con su
propio dinero, especialmente si el jefe de la familia se niega a realizar
este ritual.
Ibn
Házm (que Allah tenga misericordia de él) dijo en Al-Muhálla (6/37): “El
animal para el sacrificio de un viajero es el mismo que para quien no viaja,
y no existe ninguna diferenciación; lo mismo se aplica en el caso de una
mujer, porque Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del
significado):“Pregúntales: ¿Quién tiene en Sus manos la soberanía de
todas las cosas, y puede amparar a quien Él quiere y nadie puede protegerse
de Su castigo [si así lo decreta], si lo sabéis?” (Al-Hách, 22:88), y
ofrecer un animal en sacrificio es una acción buena. Todo aquello que hemos
mencionado requiere buenas obras, y se nos ha encomendado a hacerlas. Si
recordamos lo que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de
Allah sean con él) dijo con respecto a ofrecer un animal en sacrificio, sin
distinguir entre los beduinos y los habitantes de la ciudad, viajeros y no
viajeros, hombre y mujer, veremos que limitarlo a alguna de esas categorías
no es válido y no está permitido”. Fin de la cita.
Dice
en
Al-Mawsu’ah al-Fiqhíyah
(5/81):
“Ser
hombre no es una de las condiciones para que sea obligatorio o parte de la
Tradición Profética. Así como es obligatorio para los varones, también es
obligatorio para las mujeres, porque la evidencia de que sea obligatorio o
parte de la Tradición Profética se aplica a todos”. Fin de la cita.
Basándonos en esto, si el jefe de la familia se niega a realizar este
ritual, entonces la esposa puede realizarlo ella misma, o a través de otra
persona a quien ella designe para comprarlo y sacrificarlo en su nombre, ya
sea con o sin el conocimiento de su marido, con o sin su permiso, porque
ofrecer un animal en sacrificio es una Tradición Profética para todos, así
que si el jefe de la casa se niega a realizarlo, entonces su esposa puede
hacerlo.
El
Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:
“Oh, gente, realmente la gente de cada hogar debe ofrecer un animal en
sacrificio cada año…”. Registrado por Áhmad (17216) y Abu Dawud (2788);
clasificado como auténtico por Al-Albani en Sahih Abi Dawud.
Al-Jatib ash-Sharbini (que Allah tenga misericordia de él) transmitió que el
autor de Al-‘Uddah dijo: “Es una obligación comunitaria si hay varios
miembros de la familia; si uno de los miembros de la familia lo hace, eso es
suficiente en nombre de todos ellos, de lo contrario como Tradición
Profética es una obligación individual”. Fin de la cita de Mugni al-Muhtách
(6/123).
Y
Allah sabe más.