Alabado
sea Dios, y que bendiga y otorgue la paz al Mensajero de Dios.
El mes
de Sáfar es uno de los doce meses del calendario musulmán; es el mes que
viene después de Muhárram. Algunos dicen que fue llamado así porque Meca se
vació de sus habitantes (el verbo usado en árabe para describir esto viene
de la misma raíz que el nombre del mes Sáfar), cuando viajaron durante este
mes. También se sugirió que lo llamaron Sáfar porque solían luchar con otras
tribus durante este mes, y dejaban a quienes encontraban con sus bienes “en
cero” (es decir, saqueaban sus bienes dejándolos sin nada, y “cero” en árabe
se dice sífr). Ver: Lisán al-‘Árab, por Ibn Mansur (vol. 4, pág.
462-463).
Discutiremos este mes bajo los siguientes ángulos:
1 – Lo
transmitido respecto de él de los árabes de la época de la ignorancia
preislámica.
2 – Lo
que se narró en la enseñanza islámica que es contrario a lo que las personas
de la época de la ignorancia preislámica creyeron.
3 – Las
innovaciones y falsas creencias acerca de este mes que se encuentran entre
algunos seguidores del Islam.
4 – Los
eventos importantes y batallas que sucedieron durante este mes en vida del
Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
5 – Lo
que se ha narrado en reportes falsos sobre Sáfar.
1 – Lo
que se narró de los árabes de la época de la ignorancia preislámica:
Los
árabes tenían dos prácticas objetables con respecto al mes de Sáfar:
1)
Solían manipularlo, adelantándolo en el calendario y reponiéndolo en su
lugar.
2) Lo
consideraban desafortunado.
Con
respecto a lo primero, es bien sabido que Dios, glorificado y exaltado sea,
creó el año y el número de sus meses siendo doce, cuatro de los cuales Dios
hizo que sean sagrados, durante los que se prohibía luchar por respeto a la
santidad del mes. Estos meses son: Du’l-Qa’idah, Du’l-Hiyyah, Muhárram y
Ráyab.
La
confirmación de esto en el Libro de Dios es el verso en que Él, glorificado
y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Ciertamente
que el número de meses para Allah es doce, porque así Él lo decretó el día
que creó los cielos y la Tierra; de ellos, cuatro son sagrados [Muharram,
Rayab, Dhul Qa‘dah y Dhul Hiyyah]. Así está establecido en la religión
verdadera, no obréis pues en contra vuestra [desobedeciendo a Allah]” (At-Táwbah,
9:36).
Los
idólatras eran conscientes de eso, pero lo posponían o lo adelantaban según
sus antojos y deseos. Como parte de eso, ponían el mes de Sáfar en el lugar
de Muhárram…
Ellos
creyeron que la peregrinación menor durante los meses de la peregrinación
mayor era uno de los peores males. Aquí siguen algunos comentarios eruditos
sobre eso:
a) Se
transmitió que Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él) dijo: “Ellos
pensaban que la peregrinación menor durante los meses de la peregrinación
mayor era uno de los peores males en la Tierra. Hacían que el mes de
Muhárram fuera Sáfar y decían: “Cuando la espalda de los camellos haya
sanado, se hayan borrado las huellas de los peregrinos y Sáfar haya
terminado, la peregrinación menor se hace permisible para quienes quieran
hacerla”.
Transmitido por Al-Bujari (1489) y Muslim (1240).
b) Ibn
Al-‘Arabi dijo:
“… La
manera de posponer los meses sagrados:
Hay tres
puntos de vista acerca de la manera en que los meses sagrados fueron
pospuestos:
I) Se
narró de Ibn ‘Abbás que Yunadah Ibn ‘Awf Ibn Umáiyah al-Kinani solía asistir
a la estación de la peregrinación mayor todos los años y convocaba:
“Ciertamente Abu Zumamah nunca será rechazado o refutado. Sáfar el año
pasado no fue sagrado; nosotros le hacemos sagrado un año y no sagrado el
siguiente. Y ellos estaban de acuerdo con las tribus de Hawazin, Gatafán y
Banu Sulaim (con respecto a este tema).
De
acuerdo a otra versión, solía decir: “Adelantaremos Muhárram y retrasaremos
Sáfar”. Entonces el próximo año decía: “Consideraremos a Sáfar como sagrado
y a Muhárram aplazado”. Eso es lo que significa retrasar el mes sagrado.
II)
Agregar meses sagrados. Qatadah dijo: “Algunos descarriados decidieron
agregar a Sáfar a los meses sagrados, entonces su portavoz se ponía de pie
durante la estación de la peregrinación mayor y decía: “Sus dioses han
decidido que Muhárram será considerado sagrado este año”. Entonces lo
consideraban sagrado ese año. Luego el año siguiente se ponía de pie y
decía: “Sus dioses han decidido considerar a Sáfar como sagrado”. Entonces
lo consideraban sagrado ese año, y decían: “Hay dos Sáfars”.
Ibn Wáhb
e Ibn Qásim narraron algo similar de Málik, quien dijo: “La gente del tiempo
de la ignorancia preislámica solía considerarlos como dos Sáfars. Por lo
tanto el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él) dijo: “No hay Sáfar (es decir, la creencia acerca de este mes es
inválida)”. Así es como Ashháb lo narró de él.
III)
Cambiar el tiempo de la peregrinación mayor: Muyáhid dijo, con una cadena de
transmisión diferente: “Dios dijo: “Por cierto que cambiar los
meses sagrados es acrecentar aún más la incredulidad” (At-Táwbah, 9:37).
Pero ellos solían hacer la peregrinación mayor en Du’l-Híyyah por dos años,
luego hacían la peregrinación mayor en Muhárram por dos años, después la
hacían en Sáfar por dos años. Entonces hacían la peregrinación mayor en cada
mes por dos años, hasta la peregrinación mayor de Abu Bákr, que fue en Du’l
Qá’idah, y luego la peregrinación mayor del Profeta Muhámmad (que la paz y
las bendiciones de Allah sean con él) fue en Du’l Híyyah”.
Por lo
tanto, el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él) dijo en su sermón de despedida, de acuerdo a un reporte auténtico: “El
tiempo ha regresado a su orden original, tal como estaba en el día en que
Dios creó el cielo y la Tierra”. Registrado por Ibn ‘Abbás y otros. Ibn
‘Abbás dijo que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él) dijo: “Oh, gente, escuchen mis palabras, porque no sé si me
reuniré con ustedes nuevamente después de este día y en este lugar. Oh,
gente, ciertamente su sangre y su riqueza es sagrada, hasta el Día en que se
encuentren con su Señor, tan sagrado como este día Suyo, en este mes Suyo,
en esta tierra Suya. Ciertamente se reunirán con Dios, y Él les preguntará
acerca de sus actos. He transmitido el mensaje. Quien tenga un dinero
prestado, que lo devuelva a quien se lo confió. Toda usura ha sido abolida,
pero tienen derecho al capital inicial, así no serán injustos con los demás
y tampoco serán ustedes perjudicados. Dios ha decretado que no debe haber
usura, y los intereses debidos a ‘Abbás Ibn ‘Abd al-Muttálib están
totalmente abolidos.
Las
venganzas tribales de la época de la ignorancia preislámica están abolidas,
y la primera de las venganzas tribales que he abolido es por la muerte de
Ibn Rabi’ah Ibn al-Hariz Ibn ‘Abd al-Muttálib. Él fue criado entre los Banu
Laiz y asesinado por Hudail. Este es el primer paso para abolir las
venganzas tribales de la gente de la época de la ignorancia preislámica. Oh,
gente, ciertamente
Satanás
ha desesperado de ser alguna vez adorado en la Tierra, pero todavía es
obedecido en otros temas, temas que ustedes piensan que son fechorías
insignificantes, y él está contento con eso. Así es que tengan cuidado, Oh
gente, no sea que eso socave vuestro compromiso religioso.
“Por cierto que cambiar los meses sagrados es acrecentar
aún más la incredulidad. Así se extraviaron los incrédulos, un año lo
declaraban [al combate] lícito en determinados meses mientras que en otro
no, pero siempre hacían que el número de meses sagrados fuera cuatro para
que de esta manera coincidiera con el número de meses que Allah había
decretado que fueran sagrados. Por cierto que declararon lícito lo que Allah
había vedado; a éstos Satanás les hizo ver sus malas obras como buenas.
Sabed que Allah no guía a los incrédulos” (At-Táwbah, 9:37). El tiempo
ha vuelto al orden original en que estaba en el día en que Dios creó los
cielos y la Tierra. Ciertamente el número de meses con Dios son doce, de los
que cuatro son sagrados: tres meses consecutivos, y Ráyab que se interpone
entre Yumada y Sha’bán”. Y luego citó el resto del reporte.
Fin de la cita de
Ahká m al-Qur’án, 2/503-504.
Respecto de lo segundo, que es considerar al mes de Sáfar
como desafortunado, era bien conocido entre la gente de la ignorancia
preislámica y continúa siéndolo entre algunos de los musulmanes.
Se narró que Abu Hurairah dijo que el Mensajero de Dios (que
la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Ningún contagio sucede
sin el permiso de Dios, ninguna superstición de pájaros de mal agüero,
ninguna gusano infecta la tumba de una víctima de asesinato hasta que es
vengado, ni sale un búho de la tumba, ni los huesos del muerto se convierten
en un pájaro que podría volar, ni Sáfar es desafortunado. Pero huyan del
leproso como huirían de un león”. Transmitido por al-Bujari (5387) y Muslim
(2220).
El shéij Ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él)
dijo:
“Se dieron varias explicaciones para la palabra “Sáfar” (en
este reporte):
1 – Que hace referencia el hecho bien conocido de que el mes
de Sáfar era considerado desafortunado por los árabes.
2 – Que era una enfermedad interna que afectaba a los
camellos, que podía transmitirse de un camello a otro, y que fue nombrado
así por el contagio o transmisión de una enfermedad infecciosa (‘adwá),
mencionando un tipo específico de contagio.
3 – Que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de
Allah sean con él) se refirió al mes de Sáfar pero lo que significaba en
realidad era la postergación de los meses sagrados, con lo que los
incrédulos fueron descarriados. Por lo tanto lo retrasaban con respecto al
mes de Muhárram como sagrado, y lo diferían hasta Sáfar, considerándolo como
no sagrado un año, y como sagrado el año siguiente.
Lo que más probablemente signifique aquí el mes de Sáfar, es
que lo consideraban desafortunado durante la época de la ignorancia
preislámica.
Pero el tiempo y los meses no tienen impacto en las personas
o en los decretos de Dios, glorificado y exaltado sea. Por consiguiente el
tiempo en Sáfar es como el tiempo en cualquier otro mes, que puede ser
decretado bueno o malo.
Algunos musulmanes, si terminan algún trabajo que estaban
haciendo, digamos, el vigésimo quinto de Sáfar, mencionan la fecha diciendo
“… la obra se completó en el vigésimo quinto día del buen mes de Sáfar”.
Esto cae bajo la denominación de combatir una innovación con otra
innovación. El mes de Sáfar no es ni un mes bueno ni un mes malo. Por
consiguiente algunos de la temprana generación denunciaron a quienes decían,
al oír la llamada del búho (que se consideró desfavorable durante la época
de la ignorancia preislámica), “…es bueno, si Dios quiere”, declarando que
no debe describirse como un augurio ni bueno ni malo, es un canto como el de
cualquier otro pájaro.
El hecho de que el Mensajero de Dios (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) declarara que estas cuatro cosas no son
válidas indica que es una obligación para el musulmán depositar su confianza
sólo en Dios y mantenerse firme, y no sentirse débil cuando se enfrenta con
estas cosas.
Si el musulmán le presta atención a tales supersticiones,
puede darse una de dos situaciones:
1 – O
responde a estas supersticiones, ya sea llevando adelante sus planes o
absteniéndose (según la superstición), en cuyo caso ha hecho depender sus
acciones de algo que no tiene sustento ni entidad real.
2 – O no responde, llevando adelante sus planes y no
prestando ninguna atención a la superstición, pero queda en su mente alguna
clase de preocupación y angustia. Si bien esto no es tan malo como el primer
caso, no debería prestar ninguna atención en absoluto a estas creencias, y
debería poner su confianza solamente en Dios, glorificado y exaltado sea.
Negar que estos cuatro temas tengan algún impacto no hace que
la gente niegue que existan, porque de hecho existen; más bien significa
negar que tengan alguna influencia, porque el único con influencia es Dios.
Lo que sea una causa real es una causa válida y legítima, y cualquier cosa
que sea imaginaria es una causa falsa, por lo que negamos que tenga alguna
influencia por sí misma”.
Maymu’ al-Fatáwa ash-shéij Ibn al-‘Uzaimín (2/113-115).
II) Lo que se enseña en la tradición islámica es contrario a
lo que la gente de la época de la ignorancia preislámica creía.
Esto fue
de lo que se habló en el reporte de Abu Hurairah que figura en las dos obras
de reportes más auténticos (Al-Bujari y Muslim), donde dice que la creencia
de la época preislámica respecto del mes de Sáfar era censurable, porque es
uno de los meses de Dios y no tiene voluntad propia, sino que está sujeto a
la voluntad de Dios.
III) Las innovaciones y falsas creencias respecto de este mes
que se encuentran entre algunos musulmanes.
1 – Los eruditos del Comité Permanente fueron consultados:
“Algunos de los eruditos en nuestro país afirman que en el
Islam hay una oración voluntaria para ser ofrecida en el último miércoles
del mes de Sáfar, en el tiempo de la oración de media mañana; son cuatro
módulos y decir una vez el salam, y en cada módulo se debe recitar la
Apertura del Libro (es decir, el capítulo Al-Fátihah), el capítulo Al-Káwzar
diecisiete veces, el capítulo Al-Ijlás cincuenta veces, y Al-Mi’wadatain
(los dos últimos capítulos del Corán) una vez cada uno, y esto debe ser
hecho en cada módulo, luego se dirá el salam (al final). Luego de decir el
salam uno debe empezar a recitar “Y todos los asuntos son como Allah lo
dispone, pero la mayoría de los hombres lo ignoran” (Yusuf, 12:21)
trescientos sesenta veces, Yawhar al-Kamal tres veces, y concluir diciendo“¡Glorificado
sea tu Señor, Señor del poder! Él está por encima de lo que Le atribuyen.
181. Y por cierto que todos los Mensajeros estarán a salvo [del terror del
Día de la Resurrección]. 182. ¡Alabado sea Allah, Señor del Universo!” (As-Saffat,
37:180-182).
Luego uno debe dar un poco de pan en caridad a los pobres.
Este verso se escoge para prevenir calamidades que puedan ocurrir en el
último miércoles del mes de Sáfar. Ellos dicen que todos los años,
trescientas veinte mil calamidades le ocurren a las personas, y todas pasan
en el último miércoles del mes de Sáfar. Entonces este es el día más difícil
de todos los días del año, pero quien ofrezca esta oración de la manera
descrita, Dios lo protegerá por Su bondad de todas las calamidades que caen
ese día. ¿Esto es cierto?”.
Los eruditos del Comité respondieron:
“Alabado sea Dios, y que bendiga y otorgue la paz a nuestro
Profeta Muhámmed, a su familia y a sus compañeros.
Con respecto a esa oración voluntaria mencionada en la
pregunta, no conocemos ninguna base para ello en el Corán o la Tradición
Profética. No hay pruebas de que cualquiera de las primeras generaciones de
esta comunidad o de los virtuosos entre las generaciones posteriores hiciera
esta oración voluntaria. Más bien es una innovación reprensible.
Se ha probado que el Mensajero de Dios (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien hace algo que no es parte de
este asunto nuestro (el Islam), le será rechazado”. Y dijo: “Quien
introduzca algo en este asunto (el Islam) que no sea parte de él, se le
rechazará”.
Quien atribuya esta oración y las otras cosas mencionadas al
Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) o a
cualquiera de sus compañeros (que Dios esté complacido con ellos) ha
proferido una grave mentira, y tendrá de Dios lo que se merece del castigo a
quienes dicen mentiras”.
Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá’imah (2/354).
2 – El shéij Muhámmad ‘Abd as-Salam ash-Shuqairi dijo:
“El ignorante tiene la costumbre de escribir los versos que
mencionan la paz en el último miércoles del mes de Sáfar, como “Para que
cuando Noé sea recordado entre Mis criaturas, digan: ¡La paz sea con Noé!”
(As-Saffat, 37:79) y otros,
luego los meten en vasijas y beben (el agua que ha sido
vertida en ellas), y buscan la bendición por medio de esa acción, y los
intercambian como regalos porque creen que esto removerá el mal. Esta es una
creencia corrupta y una superstición censurable, una innovación aborrecible;
todos los que vean eso deben denunciar al que lo hace”.
As-Sunan wa’l-Mubtada’at (pág. 111, 112).
IV) Lo sucedido durante este mes respecto de batallas y
eventos importantes en la vida del Profeta Muhámmad (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él).
Hubo muchos de tales eventos, de los que mencionaremos unos
pocos:
1 – Ibn Al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Luego
él mismo condujo la campaña de Al-Abwa’, también conocida como Waddán. Esta
fue la primera campaña que él mismo condujo. Tuvo lugar en Sáfar, doce meses
después de su migración (a Medina). Su estandarte, que era blanco, fue
llevado por Hamzah Ibn ‘Abd Al-Muttálib. Dejó a Sa’d Ibn ‘Ubadah a cargo de
Medina durante su ausencia, y se puso en camino con los musulmanes
emigrantes de La Meca para interceptar una caravana perteneciente a la tribu
idólatra de Quraish, pero sin involucrarse en ninguna pelea.
Durante esta campaña el Profeta Muhámmad (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) hizo un tratado de paz con Majshi Ibn ‘Amr
ad-Damri, quien era el líder de Banu Damrah en aquel entonces, acordando que
él no los atacaría y ellos no le atacarían, y que no se unirían a otros en
contra de él ni ayudarían a cualquier enemigo en contra de él. Se escribió
un documento a tal efecto entre él y ellos. El Profeta Muhámmad (que la paz
y las bendiciones de Allah sean con él) estuvo ausente por quince días”.
Zaad al-Ma’ad (3/164-165).
2 – Ibn al-Qayím también dijo:
“En Sáfar (año 3 después de la Héyirah), algunos de las
tribus de ‘Adal y Al-Qarah vinieron a él y dijeron que habían aceptado el
Islam, y le pidieron que les enviara a alguien para enseñarles la religión y
el Corán. Entonces él envió a seis musulmanes con ellos, según el reporte de
Ibn Ishaq; Al-Bujari dijo que eran diez. Nombró como su líder a Marzad Ibn
Abi Marzad al-Ginawi, y entre ellos estaba Jubaib Ibn ‘Adí. Fueron con
ellos, pero cuando estaban en Ar-Rayi’, que era una zona de riego
perteneciente a Hudail en un distrito de Al-Hiyaz, los traicionaron y los
acusaron ante Hudail, quien vino, los rodeó y mató a la mayoría de ellos.
Tomaron a Jubaib Ibn ‘Adí y a Zaid Ibn Ad-Dazinah como cautivos. Los
trajeron a La Meca y los vendieron allí; ellos habían matado a algunos de
los líderes de La Meca en la batalla de Bádr”.
Zaad al-Ma’ad (3/244).
3 – Ibn al-Qayyim también escribió dijo:
“Durante este mismo mes, en Sáfar año 4 después de la Hégirah,
ocurrió la batalla de Bi’r Ma’unah. En resumen:
Abu Bara’ ‘Aamir Ibn Málik, quien era conocido como Malá’ib
al-Asinnah (el Jugador con las Lanzas) vino al Mensajero de Dios (que la paz
y las bendiciones de Allah sean con él) en Medina. El Profeta lo llamó al
Islam pero él no se volvió musulmán, aunque no estaba muy distante de eso.
Dijo: “Oh, Mensajero de Dios, si usted enviara a algunos de sus compañeros a
la gente de Náchd para invitarlos a su religión, tengo la esperanza de que
responderán”. Él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le
dijo: “Temo que la gente de Náchd los pueda matar”. Abu Bara’ dijo: “Seré su
protector”. Entonces envió a cuarenta hombres con él, según el reporte de
Ibn Ishaaq. En As-Sahih dice que ellos eran setenta; el reporte de As-Sahih
es el correcto. Él nombró como su líder a Al-Mundir Ibn ‘Amr, uno de los
Banu Saa’idah quien era conocido como “El Rápido para Buscar la Muerte”.
Ellos estaban entre lo mejor de los musulmanes, los más virtuosos de ellos,
sus líderes, aquéllos que tenían conocimiento del Corán. Viajaron hasta que
se detuvieran en Bi’r Ma’unah, que está entre la tierra de Banu ‘Aamir y la
zona de Banu Sulaim. Hicieron alto allí, luego enviaron a Haram Ibn Milhán,
el hermano de Umm Sulaim, con la carta del Mensajero de Dios al enemigo de
Dios ‘Aamir Ibn at-Tufail. Él ni lo miró, y le ordenó a un hombre apuñalarlo
con una lanza por la espalda. Cuando Harám Ibn Milhaan fue apuñalado y vio
la sangre, dijo: “¡He logrado una victoria, por el Señor del Templo de la
Meca!”. Luego el enemigo de Dios trató de movilizar a los Banu ‘Aamir para
atacar a los otros musulmanes, pero no le respondieron a causa de la
protección de Abu Bara’. Entonces movilizó a Banu Sulaim y las tribus de
‘Usayyah, Ri’l y Dakuán respondieron. Ellos llegaron y rodearon a los
compañeros del Mensajero de Dios, que lucharon hasta que todos fueron
asesinados, excepto Ka’b Ibn Zayd Ibn An-Nayyár. Él estaba herido y fue
recogido de entre los muertos, y vivió hasta que lo mataron en el Día de Al-Jandaq.
‘Amr Ibn Umayyah ad-Damri y Al-Mundir Ibn ‘Uqbah Ibn ‘Aamir estaban afuera
con los camellos de los musulmanes que estaban pastando, y vieron los
pájaros volando sobre el lugar de la batalla. Al-Mundir Ibn ‘Uqbah llegó y
luchó con los politeístas hasta que fue asesinado con sus compañeros, y ‘Amr
Ibn Umayyah ad-Damri fue tomado cautivo, pero cuando les dijo que él era de
Mudar, ‘Aamir lo liberó en nombre de su madre que había tomado un juramento
para soltar a un esclavo. ‘Amr Ibn Umayyah regresó a Medina y cuando llegó a
Al-Qarqarah al principio de Qanaat (un nombre del lugar), se detuvo a la
sombra de un árbol, y dos hombres de Banu Kilaab vinieron y se detuvieron
con él. Cuando ellos se durmieron, ‘Amr los mató, pensando que había tomado
venganza en ellos por la matanza de sus compañeros, pero ellos tenían un
convenio con el Mensajero de Dios del que él no era consciente. Cuando llegó
con el Mensajero de Dios y le dijo lo que había hecho, él dijo: “Has matado
a dos hombres cuya indemnización debo pagar”.
Fin de la cita de Zaad al-Ma’ad (3/246-248).
4 – Ibn Al-Qayyim tanbién escribió en Zaad al-Ma’ad
(3/339-340):
“Su salida a Jaibar ocurrió al final de Muhárram y no al
principio, y su conquista sólo pudo haber tenido lugar en Sáfar”.
5 – Y él (Ibn al-Qayím) también escribió:
“Capítulo sobre la expedición de Qatbah Ibn ‘Aamir Ibn
Hadidah a Jaz’am.
Esto ocurrió en Sáfar, año 9 después de la Héyirah. Ibn Sa’d
dijo que ellos dijeron: “El Mensajero de Dios envió a Qatbah Ibn ‘Aamir con
veinte hombres a una tribu de Jaz’am en la región de Tabalah, y le ordenó
que iniciara una incursión.
Partieron en diez camellos, tomándolos en turnos para
montarlos. Alcanzaron a un hombre y lo interrogaron, y él se rehusó a
hablar, pero entonces alzó la voz para advertirle a la tribu, entonces lo
golpearon en el cuello.
Luego esperaron hasta que la tribu se había ido a dormir,
entonces emprendieron el asalto sobre ellos y la pelea se puso feroz, hasta
que hubo muchos heridos por ambos lados, y Qutbah Ibn ‘Aamir mató muchos, y
se llevaron a los camellos, las mujeres y las ovejas a Medina. Según la
historia, la tribu se congregó y los siguió, pero Dios, glorificado y
exaltado sea, envió una gran inundación en su contra que se interpuso entre
ellos y los musulmanes. Los musulmanes condujeron afuera a los camellos, las
ovejas y cautivos, pero ellos no pudieron cruzar la inundación para
alcanzarlos, hasta que desaparecieron de la vista”.
Fin de la cita de Zaad al-Ma’ad (3/514).
6 – Él también escribió:
“La delegación de ‘Udrah fue con el Mensajero de Dios durante
Sáfar, en el año 9 después de la Héyirah, con doce hombres entre quienes
estaba Yamrah Ibn An-Nu’mán. El Mensajero de Dios dijo: “¿Quiénes son?”. Su
portavoz dijo: “No somos extraños para usted; somos de Banu ‘Udrah, el
hermano de Qusai a través de su madre. Somos la gente que apoyamos a Qusai y
apartamos a Juza’ah y Banu Bakú del valle de La Meca, y tenemos lazos de
parentesco”. El Mensajero de Dios dijo: “Bienvenidos, los conozco muy bien”.
Ellos se hicieron musulmanes, y el Mensajero de Dios les dio las buenas
nuevas de la conquista de Siria Mayor y el vuelo de Heraclius a un lugar
fortificado en su propia tierra. El Mensajero de Dios les prohibió que
consultaran adivinos y ofrecieran sacrificios (los que solían ofrecer
durante la época de la ignorancia preislámica), y les dijo que no tenían que
ofrecer un animal para sacrificar. Se quedaron durante varios días en la
casa de Ramlah, luego se fueron”.
Fin de la cita de Zaad al-Ma’ad (3/657).
V – Los reportes falsos que se registraron acerca de Sáfar.
Ibn al-Qayím dijo:
“Selección de reportes que mencionan fechas en el futuro.
Cuando el reporte menciona ciertas fechas, como cuando dice:
“En tal y tal año, tal y tal cosa pasará”, o “En tal y tal mes, tal y tal
cosa pasará”.
O como cuando el mentiroso dice: “Si hay eclipse de luna en
Muhárram, los precios subirán, habrá peleas y la gente de autoridad estará
distraída, y si el eclipse es en Sáfar, tal y tal cosa pasará”.Y el
mentiroso seguirá diciendo algo similar sobre todos los meses. Todos esos
reportes son falsos y fabricados”.
Fin de la cita de Al-Manar al-Munif (pág. 64).
Y Allah sabe más.