Introduccin
Este es el primero de tres artculos
resumiendo el tercer captulo del Corn, titulado Aali Imrn o “La
familia de Imrn”. Toma su nombre de la historia del Profeta Zacaras, de Mara
y de su hijo el profeta Jess, en las aleyas 33 a 64. La familia de Imrn fue
una familia bendita que tambin incluy al Profeta al que los cristianos se
refieren como Juan el Bautista, as que esta sura tiene relevancia especial
para los cristianos y, de hecho, est dirigida a ellos. La familia de Imrn fue
revelada en Medina despus de la batalla fundamental de Bder, y de cierta
forma es una secuela de la sura anterior, Al Bkara (La vaca). “La vaca”
fue dirigida principalmente a los Hijos de Israel (los judos), y en La familia
de Imrn la invitacin se extiende hacia los cristianos. As, la sura comienza
invitando a la Gente del Libro (judos y cristianos) a la verdad del Islam, y
contina advirtindoles a los musulmanes que tengan en cuenta la degeneracin
religiosa que plag a esas dos comunidades.
Aleyas 1 a 6: El Corn confirma las
revelaciones previas
La sura abre con la misma combinacin
de letras que abri la sura anterior: lif, lam, mim. Estas letras se
cuentan entre las diversas combinaciones de catorce letras que abren
veintinueve suras del Corn. Dios jams revel un significado especfico ligado
a ellas. Las letras son seguidas inmediatamente por alabanzas a Dios, el
Viviente, el Eterno. l es Aquel que ha descendido el Corn para confirmar los
libros anteriores, la Tor y el Evangelio de Jess. Es una gua y un criterio
entre lo correcto y lo incorrecto, y cualquiera que niegue esto sufrir un
castigo severo. Tengan la certeza de que nada en los cielos ni en la Tierra
est oculto a Dios.
Aleyas 7 a 13: Preciso o simblico?
Algunas aleyas son precisas y otras
estn abiertas a ms de una interpretacin. Hay personas que tratan de engaar
a otras buscando hallar significados “ocultos” en aleyas cuya interpretacin
solo la conoce Dios. Pero quienes tienen un conocimiento firme, dicen: “Creemos
en todo el Corn. Todo l proviene de nuestro Seor”.
La posesin de riqueza o el nmero de
hijos que tengas no te ayudarn en ese da trascendental. Los incrdulos sern
dominados y reunidos en el Infierno. La batalla de Bder fue una leccin, los
creyentes superaron a un ejrcito que los duplicaba en nmero, porque quien
tiene el apoyo de Dios no puede perder.
Aleyas 14 a 20: Invitacin
La vida de este mundo est llena de
tentaciones, el deseo de esposas hermosas, prole, piedras preciosas, joyas,
casas costosas y vehculos lujosos. Sin embargo, lo que se nos promete en el
Paraso es incluso ms deseable y hermoso. Aquellos que temen a Dios morarn en
jardines donde fluyen ros. Los justos son aquellos que creen y piden perdn y
proteccin del castigo del Infierno, son firmes, devotos, gastan en la causa de
Dios y rezan antes del amanecer. No hay deidad sino solo Dios (Al‑lah),
l es justo y la religin verdadera es la devocin solo a l.
La gente del Libro no difiere excepto
por celos, y Dios es rpido para llamar a rendir cuentas a los que niegan Sus
revelaciones. El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con l)
debe decirles a quienes discuten con l, que l y sus seguidores estn
consagrados a Dios y los invitan a hacer lo mismo. Sin embargo, si se niegan,
l ya ha cumplido con su misin de transmitir el mensaje.
Aleyas 21 a 30: Temer la retribucin
Habr un castigo doloroso para quienes
nieguen las revelaciones, maten a los profetas sin justificacin, y asesinen a
quienes ordenan la justicia; esos estn ms all de toda ayuda. Quienes
recibieron las revelaciones anteriores, se niegan a resolver sus disputas segn
los mandatos de Dios, y creen que el fuego no los quemar. Deciden por s
mismos y conocern el tormento del fuego. Alabado sea Dios, Aquel que tiene
poder y control sobre todas las cosas. l es Aquel que hace que la noche se
convierta en da, separa a los vivos de los muertos, y da provisin a quien l
quiere. Dios advierte a los creyentes que no busquen proteccin en los
incrdulos, excepto para salvaguardarse de la tirana. Recuerden que Dios lo
sabe todo, lo oculto y lo revelado, l tiene poder sobre todo. Teman a la retribucin,
pero sepan que l es compasivo con aquellos que son devotos a l.
Aleyas 31 a 41: Asuntos familiares
El Profeta Muhammad debe decirle a la
gente que ame y obedezca a Dios, y que lo siga a l (al Profeta). Si se alejan,
debe advertirles que Dios no ama a quienes no creen en Dios o Lo ignoran. Dios
favorece a quien l quiere. l eligi al Profeta Adn, al Profeta No, a la
familia de Abraham y a la familia de Imrn entre quienes vivan en cada una de
esas pocas.
Dios escuchaba cuando Mara, la madre
de Jess naci, su madre la dedic al servicio de Dios y busc proteccin para
ella y su descendencia de Satans. Mara creci para ser una mujer recta, y
cuando se aisl en el templo, Dios provey para ella todo lo que necesitaba,
para asombro de su tutor Zacaras.
Mara fue un ejemplo para Zacaras,
quien le pidi a Dios que le diera un hijo recto, aunque su esposa y l eran
viejos y estriles. Los ngeles le confirmaron que esto sera as, pero
Zacaras pidi una seal. Dios le quit el habla durante tres das. Juan naci,
un hijo destinado a ser lder y Profeta.
Aleyas 42 a 52: La historia de Jess
Maria, la madre de Jess, fue elegida y
exaltada por Dios, y su historia le es narrada al Profeta Muhammad desde lo
oculto, pues es algo que l desconoca por completo. Los ngeles le dijeron a
Mara que Dios le dara un hijo que sera honrado en este mundo y en el
prximo. l hablar estando an en la cuna, y en su madurez se contar entre
los justos. Mara queda consternada y confundida pues ella es virgen y soltera,
pero los ngeles le dicen que Dios solo tiene que decir “s” y es. Dios le
ensear a su hijo, Jess el Mesas, las revelaciones de la Tor y el
Evangelio, y ser un Profeta y Mensajero para los Hijos de Israel. Jess har
cosas asombrosas, har un pjaro de arcilla que se volver real, curar a los
leprosos y los ciegos, todo ello con el permiso de Dios. Jess confirmar la
Tor y har permisibles algunas cosas que estuvieron prohibidas. Esta es una
seal para quienes creen. Jess ordenar a su gente ser conscientes de Dios y
adorarlo solo a l.
Jess sinti que muchos no crean, as
que les pregunt quin lo ayudara en la causa de Dios. Los discpulos le
dijeron: “Te ayudaremos en la causa de Dios, creemos en l y atestiguamos que
somos musulmanes”.