Alabado sea Dios
Hay unas ciertas normas
de conducta para el buscador del conocimiento islámico, que es apropiado
seguir. Te daremos algunos consejos, quiera Dios beneficiarte a través de
ellos.
1 – Paciencia
Querido hermano, la
búsqueda del conocimiento en general es una de las más grandes empresas que
el ser humano pueda emprender, y estas alturas no pueden ser escaladas
excepto por el esfuerzo y la perseverancia. Abu Tamám escribió para sí
mismo:
“Escalaré las alturas
que no pueden ser alcanzadas, porque alcanzar las alturas es difícil,
mientras que las bajezas son fáciles. Uno quiere escalar las alturas sin
esfuerzo, pero la miel no puede reunirse sin aguijones de abejas”.
Otro poeta escribió:
“Buscas la gloria, y
aquellos que buscan alcanzar la gloria,
Se esfuerzan hasta su
máximo y se arremangan para ese propósito,
Se esfuerzan duro, pero
muchos se agotan,
Sólo aquellos que tienen
paciencia y perseverancia alcanzan las alturas de la gloria que desean.
No pienses que alcanzar
la gloria es fácil como comer dátiles,
No podrás alcanzarla
hasta que tragues la más amarga de las medicinas”.
Entonces, sé paciente y
perseverante. Si la lucha contra un invasor demanda días de paciencia, la
lucha contra nuestra ignorancia requiere toda nuestra vida. Dios dijo
(traducción del significado):
“¡Oh, creyentes!
Tened paciencia, sed perseverantes, proteged vuestro territorio de los
enemigos y temed a Allah para que tengáis éxito” (Aal ‘Imrán, 3:200).
2 – Pureza de intención
al actuar
Adherirse a la pureza de
intención en lo que hagas. Que tu objetivo último sea encontrar el Rostro de
Creador (es decir, anhelar conocerlo y ganar su complacencia) aquí y en el
Más Allá. Ten cuidado de presumir y de la autoadmiración, de pensarte
superior a los demás o de cualquier cosa que pueda enturbiar la humildad de
tu carácter. El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él) dijo: “Quien busca el conocimiento para competir con los
eruditos o probarse a sí mismo que es superior al ignorante, o para llamar
la atención, Dios hará que ingrese al Fuego del Infierno”. Narrado por an-Nasá’i,
2654. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih an-Nasá’i.
En resumen, debes
mantener la pureza de tu intención tanto interna como externamente, evitando
los defectos de la personalidad, y preservándola de los pecados.
3 – Actuar conforme a lo
que sabes
Actuar de acuerdo al
conocimiento que adquieres es el fruto del conocimiento. Quien tiene
conocimiento pero no actúa de acuerdo a él es como los hipócritas, a quienes
Dios comparó con las peores cosas en Su Libro, cuando dijo (traducción del
significado):
“Aquellos a quienes
les fue confiado la Torá pero no la pusieron en práctica se asemejan al asno
que lleva una gran carga de libros. ¡Qué pésimo es el ejemplo de aquellos
que desmienten los signos de Allah! Ciertamente Allah no guía a los inicuos”
(Al-Yumu’ah, 62:5).
Y quien actúa sin
conocimiento es como los ingenuos y extraviados, mencionados en el capítulo
Al-Fátihah. Con respecto a los libros que te aconsejamos estudiar, están
mencionados en la respuesta a la pregunta No. 20191,
por favor consúltala.
4 – Recordar que Dios
siempre está observándote
Debes estar siempre
consciente de que Dios está observándote, tanto en privado como en público.
Tu actitud hacia tu Señor estar siempre en equilibrio entre el temor a Su
castigo y la esperanza en Su misericordia, porque estas son las dos alas del
musulmán en su camino. Vuélvete a Dios siempre con el corazón abierto, y
deja que tu corazón se llene de amor por Él, y que tu lengua esté siempre
mencionando Su recuerdo. Aprende a estar conforme y contento con las normas
contenidas en Su revelación, porque son de la más alta sabiduría.
Siempre invoca a Dios en
cada postración, pidiéndole que te bendiga y que te conceda el conocimiento
beneficioso, porque si eres sincero hacia Dios, Él te apoyará y te ayudará,
y hará que alcances el nivel de conocimiento de los eruditos rectos y
piadosos.
5 – Aprovecha tu tiempo
lo mejor posible
Aprovecha lo mejor
posible durante tu juventud y durante tu vida entera el tiempo que tienes
para aprender. No te dejes engañar por la pereza, la postergación y los
pensamientos optimistas acerca del futuro. Cada hora de tu vida que pasa no
puede ser recuperada. Haz a un lado las distracciones y obstáculos que te
impidan hacer tu mejor esfuerzo para alcanzar el conocimiento. Por eso los
rectos sucesores del Profeta animaron a los buscadores de conocimiento a
desapegarse de la familia progenitoria y de la tierra natal, porque cuando
una persona es distraída por su entorno no será capaz de entender los
fenómenos del conocimiento. Dios no ha dado al ser humano dos corazones, y
similarmente se dice que Dios no nos dará una parte del conocimiento hasta
que le entreguemos nuestra vida entera.
6 – Se cauteloso
Ten cuidado de dejarte
cautivar y ocuparte de las polémicas entre los eruditos o de la gente en
general, porque esto lleva a la confusión. Ten mucho cuidado de caer en los
grupos que se dedican a catalogar a los demás y criticar sin cesar. En lugar
de eso, conságrate al libro que estás leyendo o al tópico que estás
estudiando hasta que seas competente en él. Ten cuidado con dejar los libros
a medio leer y sin terminar, porque esto es un signo de aburrimiento y de
fracaso en la búsqueda del conocimiento. Debes concentrarte en cada rama del
conocimiento, en orden de relevancia.
7 – Precisión y
concentración
Esfuérzate en verificar
lo que quieres memorizar para que estés seguro de que lo que has memorizado
es correcto, ya sea aprendido de una persona o de un libro. Luego memorízalo
apropiadamente y si es necesario continúa repitiéndolo y repasándolo
regularmente, en momentos determinados del día, para asegurarte de que lo
recuerdas correctamente.
8 – Estudiar los libros
Luego de que hayas
memorizado el resumen de los libros de tu interés y leído sus comentarios, y
que te hayas sacado las dudas acerca de cualquier pasaje ambiguo o difícil
de entender, especialmente sobre puntos importantes, entonces puedes
continuar leyendo explicaciones más detalladas, siempre revisando lo que has
aprendido y señalando lo más importante, las diferencias sutiles que atañen
a tópicos importantes, los detalles más exóticos, la solución a determinados
problemas y las diferencias entre normas similares, en todas las ramas del
conocimiento. No pienses que algo que has aprendido y algún principio básico
que has comprendido es poco útil, por el contrario, anótalo y memorízalo.
Que tu interés en la
búsqueda del conocimiento sea superlativo. No te contentes con aprender sólo
un poco, aprende a tener curiosidad y sed de conocimiento. No te conformes
con saber sólo un poco del legado de los profetas (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con ellos), y no te demores innecesariamente en
aprender algo. Piensa que si aprendes eso ahora mañana podrás aprender otra
cosa que requiere conocer eso previamente.
Aprovecha tu tiempo
tanto como puedas, cuando tengas tiempo libre y cuando puedas alternar con
tus obligaciones y responsabilidades. Aprovecha tu juventud cuando tu mente
está despierta y tienes menos obligaciones, antes de que las
responsabilidades de la vida te impidan dedicarle más tiempo a la
investigación.
Intenta conseguir tanto
material de aprendizaje como puedas, porque son las herramientas del
conocimiento y serán un tesoro para ti. Pero no acumules cosas innecesarias
sin llegar a beneficiarte de ellas, más bien aprovecha lo que has conseguido
tanto como puedas.
9 – Escoge buenos
compañeros
Esfuérzate en escoger
amigos honrados que les interese aprender y estén preocupados con la
búsqueda del conocimiento, que sean disciplinados, que te puedan ayudar a
lograr tus objetivos, a compartir lo que ya has aprendido, animarte a buscar
más conocimiento y a no sentirte cansado y aburrido. Amigos que estén
comprometidos con su religión, confiables y de buen carácter, sinceros hacia
Dios y que no busquen sólo diversión y pasatiempos. Ver: Tadkirat as-Sámi’,
por Ibn Yamá’ah.
Ten cuidado de las malas
compañías, porque pueden ser una influencia negativa. Las personas somos
como los pájaros, son arrastradas por los grupos y tienden a parecerse unas
a otras. Entonces, ten cuidado de mezclarte con gente con malos modales,
porque eso puede convertirse en una enfermedad para tu búsqueda y tu
práctica de la religión.
10 – Finalmente, ten
buenos modales hacia toda la gente y sé agradecido con tus maestros y guías.
El conocimiento no es
obtenido sólo de los libros. Es altamente recomendable que aprendas de
quienes te precedieron en esta búsqueda, que puedan guiarte y corregirte tus
errores. Entonces, sé agradecido con ellos, esta es una clave importante
para el éxito en el aprendizaje. Debes respetarlos, debatir con gentileza
con ellos y honrar su dedicación hacia ti. Esfuérzate al hacer tus preguntas
y escucha con atención y paciencia las respuestas, y no los interrumpas. No
los presiones tampoco a darte una respuesta si ves que necesita meditar
antes de contestarte debidamente, evita las preguntas ociosas y el hacer
demasiadas preguntas. Sé gentil cuando debas expresar tus puntos de vista y
no seas desafiante ni intentes competir. Guárdate de presumir o de adoptar
una actitud jactanciosa al dirigirte a ellos. No los llames de otra forma
diferente a la que prefieren ser llamados, porque eso puede incomodarlos.
Si piensas que uno de
ellos ha cometido un error, sé prudente al mencionárselo y no ofendas su
orgullo, porque puedes privarte de su conocimiento. Nadie está completamente
libre de errores, y los errores no son un motivo para avergonzarse ni para
reclamar alguna clase de victoria o superioridad sobre los otros. Ver:
Hilita Tálib al-‘Ilm, por el Shéij Bákr Abu Zaid.
Le pedimos a Dios que te
haga fuerte y firme en el camino del conocimiento, y que nos deje ver el día
en que te conviertas en uno de los eruditos de los musulmanes y un guía para
los demás. Amín. Esperamos encontrarnos pronto, y que la paz sea contigo.