Existe algo llamado branding, por el cual el fabricante produce un producto, pero en lugar de ponerle el nombre de su propia empresa, la empresa de fabricación le pone el nombre de su cliente, sobre la base de que se trata de una marca comercial, y el cliente lo vende como si fuera su propia marca registrada. ¿Cuál es la regla sobre este proceso que se conoce con el nombre de branding?
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Alabado sea Alá.
No hay nada de malo en que una empresa o fabricante fabrique un producto para un cliente y ponga su nombre en este producto para que sea un nombre comercial o marca comercial, en lugar de poner el nombre del fabricante en él, siempre que no haya intención de engañar. . No está permitido que el cliente haga pensar a nadie que él mismo fabricó el producto, o que lo hizo en su propia fábrica cuando en realidad fue fabricado por otra persona, porque esto es un engaño y una afirmación falsa. El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El que finge haber recibido algo que no le fue dado es como el que usa dos prendas de mentira”. Narrado por al-Bujari (5219) y Muslim (2129).
Está permitido que el fabricante ceda su marca o nombre comercial a otra persona, a cambio de un pago o de forma gratuita, a condición de que no haya intención de engañar.
Dice en una declaración del Consejo Islámico Fiqh, emitida durante su quinta conferencia en Kuwait, 1409 AH / 1988 CE:
En primer lugar:
Los nombres comerciales, las marcas registradas, los derechos de autor y las patentes son todos derechos que pertenecen exclusivamente a sus propietarios. En los tiempos modernos han llegado a tener un valor monetario considerable. Estos derechos se reconocen de acuerdo con la ley islámica y no deben transgredirse.
En segundo lugar:
Está permitido disponer (mediante la compra y venta) de un nombre comercial o una marca comercial, y transferir cualquiera de ellos a cambio de una compensación monetaria, siempre que no haya trampas o engaños, sobre la base de que esto se incluye en el título de derechos económicos.
En tercer lugar:
Los derechos de autor y las patentes están protegidos por la ley shari’ah. Sus dueños tienen derecho a disponer de ellos y nadie tiene derecho a transgredir estos derechos.
Fin de la cita de Majallat al-Majma ‘(número 5, vol. 3, pág. 2267).